Historias para revivir una alegría única: el yogur de Dibu, el Chucky de la suerte, el ritual de las velas.
Hace exactamente un año, la Selección Argentina conseguía la tercera estrella. De la mano de Lionel Messi se alcanzó la gloria eterna. Un éxito que trajo consigo un sinfín de anécdotas.Vivencias que formaron parte de esa Copa del Mundo que el país celebró en las calles, en las rutas, en los puentes, en las playas. En todo el territorio.
El amanecer de Messi con la Copa del Mundo
Messi, con la Copa del Mundo.
Una de las imágenes más emblemáticas -y simpáticas- del post Qatar es la de Lionel Messi con el trofeo. “Llegamos de madrugada a Buenos Aires y, con el cambio de horario, dormí una o dos horas como mucho. No sé por qué pero yo había terminado con la Copa la noche anterior. Y se ve que De Paul y Otamendi, que estaban en las habitaciones contiguas, escucharon que yo encendí la tele o que me fui al baño, porque en eso Rodrigo apareció y me dijo: ‘Vení que te hago la foto’.
La premonición de Di María antes de la final
“Andá y disfrutá. Mañana vamos a ser campeones”, se animó a anticiparle Angelito a su esposa, Jorgelina Cardoso, horas antes de la definición en Lusail. Y así lo recordó en este diario. “El mensaje se lo mandé porque lo había sentido en la Copa América anterior que ganamos. Sabiendo de que no jugaba porque lo venía haciendo Nico (González) y de la nada a Leo (Scaloni) se le ocurrió meterme de titular con Brasil. Luego, le había mandado un mensaje parecido, con Italia hice lo mismo y ahora el de la final. Con Francia supe dos horas antes del partido que jugaba, ni tampoco imaginé que lo iba a hacer por izquierda. Pero el día anterior le escribí eso. Y bueno, el resto es sabido”.
Los fanas asiáticos de Tagliafico en Qatar
¿Por qué un grupo de chinos iría al Mundial únicamente para ver a Nico Tagliafico? Bueno: eso pasó en Qatar. “Estos chicos me siguen hace mucho. Me mandan mensajes todo el tiempo. Uno de ellos me anticipó: ‘Dejo mi trabajo y me voy a Qatar para verte’. Fue a todos los partidos y un día me dijo: ‘Voy a estar en la puerta del entrenamiento. Si podés salir, en algún momento’. Le dije: ‘Bueno. Dejame ver. Este entrenamiento es tranquilo y capaz termino antes’. Les mandé la ubicación y traté de hacerlo lo más disimuladamente posible. Pero cuando llegué y me vieron ahí, empezaron: ‘¡Nico! ¡Nico!’. Ahí se hizo a ser viral. Eso te hace dar cuenta de la magnitud de a dónde llega el fútbol…
Un yogur, el talismán de Dibu Martínez
¿Se imaginan que el secreto de Dibu Martínez sea comer un yogur? “En medio del Mundial hablaba con Marito y Juan en la utilería y les decía: ‘Hoy me clavo tres yogures y mañana no nos meten gol’. Al otro día todos querían que me volviera a comer tres yogures. Se terminó volviendo en una cábala. Durante el Mundial comimos mil asados y yogures. Era gracioso porque Lucho, el nutricionista, nos hacía un yogur de soja para mantener la dieta. Mirá si yo iba a comer eso antes de jugar la final del mundo. ¡Incomible! Siempre que ponía el yogur de soja, lo mandaba a comprar un yogur a un supermercado de Qatar,”, contó en AFA Estudio.
Julián Álvarez y un truquito con Chiqui Tapia
Entre tantos rituales que tenían los futbolistas de la Selección, Julián Álvarez tenía, quizás, el más insólito: jugar un partido de truco con Claudio Tapia. “El truco tenía que ser dos días antes del partido, a la noche, y en la pieza del Chiqui. Yo jugaba con Lautaro y Enzo, y el Chiqui con Dani Ale, nuestro peluquero, y con el dirigente Luciano Nakis. La cábala comenzó después del partido contra Arabia y quedó hasta el final. Antes de cada partido de truco nos sacamos una foto para el recuerdo”, rememoró el Araña en TyC Sports. Y agregó: “Otra de las cábalas que teníamos con Chiqui y Enzo era juntarnos antes de la charla. Si por algún motivo no coincidíamos, nos hacía volver para saludarnos y cumplir con la cábala”.
Chucky: el niño maldito que trajo suerte
¿Cómo fue que Chucky, un muñeco maldito, se convirtió en el amuleto de la Selección? “En el 2021, entro a la utilería y veo un muñequito de Chucky que le faltaba un bracito y una pierna. Lo raro es que nadie sabía cómo había llegado ahí. Pregunté: ‘¿Quién trajo ese muñeco maldito? Y Juan Cruz, el utilero, me responde: ‘Jefe, ese muñeco trae suerte. A mi hijo le dicen Chucky y me dio este muñequito cuando estuvimos aislados de nuestras familias en la Copa América, para que me acuerde de él y lo tenga en todos lados’. Entonces, hicimos una promesa para comprobar si ese muñeco tenía suerte: los siete que estábamos presentes en esa charla nos prometimos tatuarnos a Chucky si salíamos campeones de la Copa América. Después de ganar en Brasil, compré mi muñeco Chucky y lo llevo para todos lados”, contó Claudio Tapia en AFA Estudio.
Las velas de la suerte
El ritual de Paredes, De Paul y Lo Celso en la noche anterior a la final del mundo: oscuridad, velas y canto. “Después de cenar, nos juntábamos a jugar a las cartas y tipo una de la mañana nos íbamos a dormir. Cuando terminamos de hacer lo de siempre, con Gio Lo Celso y Rodri De Paul decidimos ir a utilería a ver si quedaba alguno de nuestros compañeros o algún utilero y estaba vacía. Nos sentamos los tres en un sillón, pusimos música, Gio prendió una vela y dijo: ‘Pidamos un deseo’. Seguramente que el deseo de los tres fue el mismo y, después de eso, sabíamos que era imposible que perdiéramos esa final”, contó Leandro Paredes, en TyC Sports.
La fiesta post eliminación de Brasil
Minutos antes del partido ante Países Bajos, la Selección Argentina se alegró por la eliminación de Brasil. Así lo vivió Leo. “Salimos de la concentración para jugar con Países Bajos con el 1-0 de Brasil. Cerca del estadio, llegó el empate y el suplementario. En el vestuario, me estaba masajeando y arrancaron los penales. Lo estaban viendo por el teléfono en una sala. Me iba avisando el Kun (Agüero) de los penales. Yo estaba boca abajo en kinesiología y veía sus mensajes. Terminaron los penales y nosotros salíamos a calentar. Empezó el griterío, jugar contra Brasil es muy difícil en un Mundial. La bronca que venía de la Copa América por ser campeones ahí. Que no estuviera Brasil era un alivio para nosotros”, contó en Star +.
El Topo Gigio arrepentido de Leo
El capitán de la Selección contó cómo vivió el partido ante Países Bajos y manifestó haberse arrepentido del Topo Gigio. “Eso me nació ahí y me arrepentí automáticamente. Apenas lo hice dije: ‘Qué pelotudo, qué tengo que hacer. Lo único que falta es que no ganemos’. Suelen pasar esas cosas”, declaró Messi en Star +.
Los gestos de Mbappé a Enzo en la final
Enzo Fernández contó el fuerte cruce que tuvo con, nada menos que Mbappé, en el Lusail. “Me acuerdo de lo que me dijo. Cosas del partido. Hubo jugadas que festejamos, como alguna dividida y nos hacía señas como que nos iba a matar. Se la agarró conmigo, no sé por qué. Cuti saltó. Está loco“, relató Enzo. “Me decía que la iban a ganar ellos la final y pasó lo que pasó”, sumó Messi en Star +.
La seguridad de Leo
El Diez afirmó que sabía que, tarde o temprano, iba a ser campeón del mundo. “Lo dije hace muchos años. Estaba seguro de que iba a ser campeón del mundo. Fue antes de perder la final en Brasil. Después se dio. Tenía algo, como que sabía que Dios quería que fuera campeón del mundo, que me lo iba a dar. Siempre confié en eso. Hubo muchas piedras grandes en el camino, porque la pasé mal en serio, pero al final se dio”, dijo en Star +.
Dibu: juegos mentales
Dibu contó qué pensó cuando vio a Tchouameni caminando hacia el punto penal en la gran definición. “Mirá la cara del chico este, decime que no está nervioso… Yo del arco lo vi que estaba muerto. Y pensé que si erraba, estaban medio paso afuera y éramos campeones. Lo había practicado con mi psicólogo: si llego a atajar uno, al siguiente le hago la vida imposible. Si iba al arco se lo atajaba, era mío. Me había tirado re bien, me había impulsado joya. Si la rozaba, la sacaba. Después de ese dije: ‘Ya esta’”.