El 1° de mayo no es una fecha más para todos los amantes del automovilismo. Es que un día como hoy, pero de 1994, Ayrton Senna sufrió un gravísimo accidente mientras se corría el mítico Gran Premio de San Marino, en Imola, perdiendo la vida en el acto.
A los jóvenes 44 años, el piloto brasileño se transformó en leyenda del mundo tuerca.
El 1° de mayo no es una fecha más para todos los amantes del automovilismo. Es que un día como hoy, pero de 1994, Ayrton Senna sufrió un gravísimo accidente mientras se corría el mítico Gran Premio de San Marino, en Imola, perdiendo la vida en el acto. A los jóvenes 44 años, el piloto brasileño se transformó en leyenda del mundo tuerca.
Senna iba en punta, y en la sexta vuelta su auto siguió de largo en la histórica curva de Tamburello. Rebotó contra un paredón, dio un par de vueltas sobre su eje y quedó detenido. Como también lo hicieron los corazones de los fanáticos del automovilismo y del mundo en general ante la magnitud del impacto.
Es que el terrible golpe, a más de 200 kilómetros por hora, dejó sin chances al tricampeón del mundo de salir con vida y, aunque muchos dijeron que Senna murió camino al hospital, dejó su vida en Tamburello.

Rápidamente se comprobó que un brazo de suspensión de su Williams F16 atravesó el casco, siendo letal para el brasileño, que fue llevado en helicóptero al nosocomio de Maggiore de Bolonia, pero el silencio de la multitud en Imola decía mucho más que mil palabras.
Senna fue uno de los grandes pilotos que dio la Fórmula 1. No por nada Juan Manuel Fangio, quien hasta ese entonces era el único con cinco títulos de campeón en la máxima, era uno de sus fieles seguidores. Incluso el balcarceño en un podio de 1993 en Brasil, con Senna ganador, le mostró su admiración, siendo el último día que se vieron los dos entrañables amigos.
Cuando Senna divisó a Fangio, bajó unos escalones y, tras el abrazo, le dijo a Damon Hill, segundo, y Michael Schumacher, tercero: «Ninguno de nosotros puede estar por encima de usted». Y la réplica de Fangio fue: «Vos sos el número uno».
La pasión de Senna por el automovilismo nació desde muy chico. Cuando a muchos les suelen regalar pelotas para que sean futbolistas, y más en un país donde es el depoerte número uno como Brasil, a los 4 años su padre Milton le construyó un kart con un motor de una picadora de caña de 1 HP de potencia.
A esa edad, corrió una carrera en tierra y también despuntaba su pasión con los carritos a «rulemanes«. A los ocho, se animó a correrle a pilotos de 15 hasta 21 años, y a los 13 debutó de forma oficial ganando el campeonato paulista.
El tiempo pasó, sus cualidades mejoraron y en 1977 ganó el campeonato sudamericano de kart en Uruguay, para un año más tarde viajar a Europa contratado por la firma DAP, constructora de Kart, siendo subcampeón de la especialidad en dos temporadas consecutivas.
Fue campeón inglés y europeo de la Fórmula Ford 2000 y, además, se alzó con la corona de la F3 británica, y en 1984 se produjo el debut en la Fórmula 1, en el equipo Toleman, teniendo como compañero al ex motociclista venezolano Johnny Cecotto.
Edificó una de sus mayores hazañas bajo lluvia, y de la F1, en el Gran Premio de Mónaco de 1984 (que ganó en seis oportunidades), cuando finalizó segundo, a 7 segundos del francés Alain Prost con su Mc Laren, después de largar en la posición decimotercera en la grilla.
Otra carrera épica de Senna fue en el 85 en Estoril, Portugal ya con Lotus, y bajo la un persistente precipitación y, sin haber probado los neumáticos para lluvia, hizo la pole, ganó de punta a punta y ese año finalizó cuarto en el campeonato.
También en Japón 88, año que ganó su primera corona con McLaren-Honda, se quedó parado en la partida y llegó decimocuarto a la primera curva, y en el giro 19 ya estaba segundo, y tras superar a Prost, cruzó la meta como vencedor.
Su primer triunfo en Brasil en el 1991 no fue sencillo porque a siete vueltas del final se le rompió la caja de velocidades cuando iba puntero cómodo, y sólo tenía la sexta marcha, y tras el gran esfuerzo que hizo con la palanca de cambios, llegó acalambrado pero en primer lugar.
Su última hazaña fue el Gran Premio de Europa de 1993, bajo la lluvia, y tras superar a Schumacher y Karl Wendlinger por afuera, rebasó a los Williams de Hill y Prost con una visibilidad casi nula, y fue su 38 victoria de las 41 que logró en la F1.
Senna ganó tres títulos con McLaren (1988, 1990 y 1991), triunfó en 41 grandes premios, subió 80 veces al podio, obtuvo 65 poles position, y alcanzó 19 récords de vueltas.