Miembros de la Comunidad Ka’a Kupe fueron amenazados de muerte


La violencia contra las Comunidades Mbya va en aumento en toda la provincia, cotidianamente se ven expuestos a agresiones, las cuales se desencadenan -paradójicamente- cuando intentan defender sus territorios ancestrales.
Días atrás, Mario Borjas, Mburuvicha de la Comunidad Ka’a Kupe, y Patricio Duarte -miembro de la misma Comunidad- ubicada sobre el acceso de Ruta 7, Valle del Kuña Pirú, en Ruiz de Montoya, fueron agredidos por particulares de la zona, con quienes ya habían tenido conflictos anteriormente.
En 2020, el entonces Mburuvicha, Sabino Benítez, realizó una denuncia donde dejaba constancia que mientras se encontraba carpiendo, vio un camión rojo transportando madera nativa que había sido extraída del territorio comunitario.
Autoridades policiales pudieron constatar que se habían sustraído varios árboles de especies nativas como guayubira, anchico, cedros y loros negros, procediendo a secuestrar la camioneta y un tractor que habían sido utilizados para el robo, aunque luego les fueron devueltos.
Estos actores volvieron a entrar en escena recientemente, cuando con total impunidad agredieron a dos miembros de la Comunidad. “Esto es algo que viene desde hace tiempo. El sábado me encuentro con estas mismas personas, eran cuatro. Dos estaban con un camión y los otros con camioneta, la misma que había sido secuestrada. Son particulares, colonos”, contó el actual mburuvicha de Ka’a Kupe, Mario Borjas.
“Yo salí a buscar buena señal y me encontré con estas personas, estaban alcoholizados y me empezaron a insultar, me dijeron de todo. Querían pelear. Uno de ellos se bajó de la camioneta y me atropelló, su nombre es Claudio”, detalló.
Como si fuera poco, después comenzaron a tirarle piedras, pese a que Mario Borjas ya se estaba retirando del lugar sin intentar defenderse. “Yo me retiré pero ellos me seguían. Me amenazó de muerte, me dijeron que me iban a matar”, aseguró.
En tanto que su par, Patricio Duarte, contó que le pegaron golpes de puño en el rostro y, aunque las heridas no fueron graves, la situación en sí misma lo es.
Ante estos hechos, realizaron la correspondiente denuncia en la Comisaría de Capioví, y esperan que las autoridades policiales procedan eficazmente, ya que esto atenta no solamente contra su individualidad como personas, sino contra toda la Comunidad.
“Tenemos temor por los chicos, nos preocupa. Los jóvenes salen a hacer actividades, encontrarse con amigos y muchos de ellos estuvieron defendiendo el territorio. Tenemos miedo y preocupación en la Comunidad”, expresó Mario Borjas.
Y agregó: “Queremos que las autoridades policiales actúen, porque creemos que estas personas pueden querer hacernos daño. Nosotros seguiremos luchando por nuestro territorio”.
En tanto, Duarte manifestó su temor: “Yo tengo miedo, nunca me pasó esto, tengo familia y no quiero que me pase algo grave. Tengo cuatro hijos. Quiero vivir en libertad y esto me pone muy nervioso”.
El territorio de Ka’a Kupe, relevado en el marco de la Ley 26160, es compartido con otras cinco Comunidades, donde habitan cerca de 100 personas, muchos son niños.
Por eso, es de carácter urgente frenar el avance de particulares y empresas sobre territorios indígenas, ocupados ancestralmente, ya que -además de pertenecerles- es el único lugar donde pueden subsistir como cultura.
Sin embargo, hoy no solamente peligran sus territorios sino también su integridad física, situación que no puede pasar desapercibida ante el Estado ni ante la sociedad. No se puede dar la espalda a injusticias como estas, ya que aún se está a tiempo de evitar que ocurra una tragedia. Ya las autoridades provinciales no pueden desconocer la gravedad del conflicto, son responsables de las consecuencias.