Nicolás Cavigliasso le pidió matrimonio a Valentina Pertegarini tras vencer en 2019 la mítica competencia. Ella es su navegante y triunfaron en la primera etapa en Arabia Saudita en la categoría Challenger
(Enviado especial a Arabia Saudita) En la escuela primaria Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini jugaban a ser novios y una vez que se reencontraron en la adolescencia nunca más se separaron. Él ganó el Rally Dakar 2019 en cuatriciclos, en la edición que se disputó en Perú, y en la meta le pidió a ella casamiento. Luego formaron una dupla para competir en la categoría Challenger (vehículos areneros) y por tercera vez corren juntos en Arabia Saudita. Allí Infobae habló con ellos y contaron cómo viven esta aventura que los tuvo como ganadores en la primera etapa.
Cavigliasso tiene 33 años y empezó corriendo motocross. En esa época Valentina ya lo acompañaba y más tarde lo hizo en su desafío dakariano no solo como pareja sino también en la tarea de asistencia, como ella contará. Ambos son de General Cabrera una localidad del centro-sur de Córdoba. También trabajan juntos en el campo y ahora viven el gran desafío de la carrera más dura del mundo, él como piloto y ella como navegante, en el rol de guiarlo con la hoja de ruta y de darle una mano ante algún inconveniente mecánico.
Corren con un Taurus del Team BBR. Son prototipos y en su divisional hay 52 binomios: “Metimos un buen ritmo. Largamos un poco de atrás con muchos autos y mucho polvo. Se puso peligroso el tema por las piedras o curvas cerradas, pero pudimos hacer una buena carrera. En los dos días de carrera (ayer fue el prólogo) nos mantuvimos entre los tres primeros y hoy pudimos ganar”, afirma Nico.
El año pasado Valentina se consagró como la primera mujer campeona mundial de Rally Raid, también siendo navegante de Nico. Ella piensa que su marido puede ganar el Rally Dakar en esta categoría, pero sostiene que “es muy difícil. Estamos recién en la etapa uno. Igual es hermoso comenzar con el pie derecho, pero falta muchísimo. Esto sabemos que es día a día”.
Ella siempre lo acompañó a Nico en su campaña y antes de correr juntos integró su equipo de asistencia. “Cuando Nico corrió en cuatriciclos le pinté toda la hoja de ruta mientras él dormía, se bañaba o descansaba, yo lo ayudaba para ganar tiempo en la carrera. Hace un tiempo que corremos juntos y soy su navegante”, explica ella.
Sobre cómo es correr juntos siendo pareja, Valentina afirma que “es la comodidad de poder decirle todo lo se te ocurre (risas). Nunca tuve que navegarle a otro piloto y nos hicimos de esta forma. La verdad es que vamos muy cómodos los dos”. Para Nicolás la confianza por el vínculo ayuda a que sea “una navegación más charlada y vamos siguiendo los dos. Por ahí si uno no ve un camino lo puede ver el otro. Trato de llevar la experiencia de los tres Dakar que corrí con cuatriciclos y, si bien es otra cosa, como es difícil navegar, entre los dos lo sacamos adelante”.
“Estamos siempre en armonía. Nosotros la verdad que nos llevamos muy bien en lo cotidiano. Siempre digo que para poder obtener buenos resultados la buena relación es clave y eso va más allá del matrimonio”, agrega ella.
Pero, ¿qué es más fácil correr en auto o la convivencia en casa? Con una sonrisa Valentina responde: “Arriba del auto somos bastante profesionales, entonces estamos los dos súper enfocados en la carrera. Después en casa hay otras cosas”. Nicolás apunta que “estamos siempre tratando de mejorar. Hoy las carreras son muy duras y Vale se viene manejando espectacular. Entrenamos un montón, hace cuatro años que corremos juntos y ahora a tratar de llegar a la mejor posición posible. Es difícil en una categoría con equipos que tienen mucha gente, mucha experiencia y si es posible soñar con un podio”.
Ella recuerda que se conocieron “en el Primario. Éramos novios de 10/12 años, por ahí, y después a los 18 años nos volvimos a juntar y desde ahí que somos pareja y ahora llevamos cinco de casados”.
En tanto que el amor llevó a que Valentina adoptara el deporte motor: “La verdad que siempre me gustaron el fútbol y el hockey, pero desde que estoy con Nico, siempre estuve con las carreras de motocross, pues él corrió diez años allí y ahora viene con cinco de rally. Desde que estamos juntos que son trece años que me metí en el mundo del deporte motor y me gusta”.
Pero también en Córdoba ambos pasan juntos casi las 24 horas ya que comparten su trabajo. Fuera de las carreras, se dedican a la producción de maní y animales vacunos: “Tenemos una cabaña de vacas y las llevamos a exposiciones, incluida la de La Rural, en Palermo”, cuenta Valentina.
“Tenemos una organización entre las carreras y el trabajo: estamos todo el año con un calendario en la mano. Todo el tiempo estamos proyectando a futuro”, añade.
Y sobre cuál es el secreto para estar tanto tiempo juntos y que se los vea tan bien, ella responde que “realmente no sé. Trabajamos, entrenamos y corremos juntos”. Mientras que Nicolás sostiene que “hace muchos años que nos conocemos con Vale y hacemos todo juntos. Los dos tenemos las mismas locuras, las mismas pasiones, y estar acá tiene un grado de locura porque estar 15 días renegando con mucho calor, con mucho frío y cansancio, realmente te tenés que juntar y apasionarte”.
En sus dos ediciones anteriores, Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini fueron 25º y novenos. Ahora se muestran consolidados en su tercera participación en el Rally Dakar. Comenzaron con el pie derecho y se anotaron entre los candidatos. El matrimonio cordobés busca hacer historia en la carrera más dura del mundo.