La posadeña Priscila Horrisberger, quien vive en Manhattan -el barrio más poblado de Nueva York-, contó la experiencia de estar en la ciudad que por estas horas reporta 37.000 casos confirmados de Coronavirus.

La mujer comentó que se encuentra en auto-cuarentena desde hace más de dos semanas aunque no presenta síntomas de la pandemia, al tiempo que señaló que sigue muy de cerca la situación de Argentina.
El año pasado, luego de recibirse de traductora e intérprete de inglés en Posadas, Priscila decidió volver a Estados Unidos donde tiene un familiar cercano.
Respecto a su experiencia, dijo que por estos días “el panorama es aterrador e incierto, el coronavirus está presente en las calles y el temor no es solo en lo que respecta a la salud sino el impacto a la economía que esto pueda generar”.
Asimismo, dijo que en la segunda semana de marzo comenzó la paranoia en la gente y señaló que se observan extensas filas para ingresar a los comercios aunque muchas góndolas están vacías, con faltante de elementos de higiene personal, sobre todo papel higiénico y productos de limpieza.
Estado Unidos lidera la lista de cantidad de infectados por el Covid-19 y Nueva York es la ciudad que mayor cantidad de casos reporta, con más de 25 mil casos confirmados. “Todos los días los casos aumentos entre 2 mil y 3 mil. Sabemos que no todos los casos fueron testeados ya que si el paciente no presente complicaciones le piden que permanezcan en sus casas”, explicó la joven.
A su vez, destacó que le da tranquilidad que sus familiares más cercanos se encuentran bien en Argentina, donde “se tomaron las medidas acertadas ante una situación como ésta, ya que acá no se tomaron las medidas a tiempo y no hubo decisiones fuertes por parte del Gobierno de Estados Unidos. Existe una cuarentena obligatoria desde el pasado domingo pero no hay controles de las fuerzas en las calles”, remarcó.
Señaló también que hay muchos grupos de personas que están en las calles pero la mayoría está acatando la cuarentena, “se dio la orden de cerrar lugares púbicos como restaurantes, bares, cancelar eventos deportivos y conciertos y que solo los trabajadores esenciales pueden trabajar fuera de su casa”.
“Impacta ver a la vibrante y caótica ciudad de Nueva York tan vacía, esperemos que los daños no sean tan drásticos”, subrayó la misionera.
En Nueva York la cifra de fallecidos aumentó en 100 personas en tan solo un día, creando un total de 385 muertos en el estado.