Se plantaron dos árboles como símbolo de amor y esperanza. El tributo busca recordar a estos jóvenes estudiantes, celebrar sus vidas y el legado de amor que dejaron a sus seres queridos.
Este domingo por la mañana se llevó a cabo un sentido homenaje abierto a la comunidad en la Costanera de Posadas en memoria de Juan Cruz Martínez y Luca Ceballos. Estudiantes de 17 años que perdieron la vida en un trágico siniestro vial dos meses atrás. La ceremonia tuvo lugar frente al Bike Park, donde plantaron dos árboles como símbolo de amor y esperanza tanto hacia ellos como para sus seres queridos.
Noel Paredes, una de las presentes, destacó que “se plantaron dos árboles, cada uno en honor Juan Cruz y Luca. Además, la comunidad llevó alimentos no perecederos para ser donados”.
A partir de lo ocurrido, indicó que comenzaron a realizar misas en Posadas. “Creamos la Misa de Jóvenes Secundarios en la iglesia San Roque en honor a Juan y Luca. La misma se da una vez por mes con el objetivo de alimentar el amor a los más necesitados”, agregó.
La cita se desarrolló bajo la premisa: “El amor es lo único que podemos percibir y que trasciende las dimensiones del tiempo y espacio. Por eso tenemos que confiar en eso aunque no podamos entenderlo aún”.
Un suceso que conmovió al país
El trágico suceso que conmovió al país ocurrió el jueves 11 de abril del 2024, cuando Juan Cruz y Luca se dirigían en un automóvil junto a tres compañeros a una clase de educación física en la Quinta de las Monjas. Los cinco jóvenes cursaban el 5° año de la especialidad de Humanidades en el Instituto Santa María.
El vehículo, un Peugeot 207 propiedad del padre de uno de los adolescentes, aparentemente se despistó al ingresar a una rotonda, inclinándose sobre dos ruedas y colisionando con un utilitario estacionado antes de detenerse sobre la vereda del carril contrario.
Como resultado del accidente, Juan Cruz y Luca fueron trasladados al Hospital Escuela de Agudos Doctor Ramón Madariaga, donde permanecieron en estado crítico en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) durante seis días antes de fallecer.
En un acto de generosidad y solidaridad, las familias de Juan y Luca autorizaron la donación de algunos de sus órganos, permitiendo que personas en lista de espera pudieran recibir trasplantes vitales.
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