El talento argentino que se va al exterior no sólo es informático, también es de negocios. Las claves de una tendencia en ascenso
En cada momento en que se abre Twitter se puede leer el caso de un argentino que está dejando el país para radicarse en el extranjero. Un éxodo que el propio Gobierno intentó convertir en «sensación»: 78 personas se expatrian por día, contra los 164 que lo hicieron entre 2016 y 2019, según la Dirección Nacional de Migraciones.
Lo que que no muestran los números es que esos «exilios forzados» configuran una doble derrota del país en la Economía del Conocimiento: además del talento técnico que es reclutado principalmente de manera freelance y, en menor medida, ofreciendo radicación en el exterior; varios países lanzaron su «operativo seducción» para atraer al talento de negocios.
Así, se mudaron al exterior altos directivos y founders albicelestes de un sector vital para la transformación del entramado productivo. Y también para el necesario ingreso de divisas: quedó tercero en exportaciones en 2021, detrás de los complejos sojero y automotor, al registrar ventas por u$s6.400 millones.
Talento de negocios
Así como el talento argentino es seducido para trabajar freelance al exterior, los principales CEO y creadores de negocios 4.0 son atraídos por otros mercados business-friendly:
- Uruguay: están los fundadores de unicornios Marcos Galperin (CEO de Mercado Libre) y Martín Migoya (CEO de Globant). Pero también los líderes de startups de alto impacto como Facundo Garretón (Terraflos), quien publicó en Linkedin una foto con otros emprendedores del «hub argentino» en Punta del Este: Gastón Irigoyen (Pomelo), Martin Borchardt (Henry) y Demián Brener (Open Zeppelin). Sebastián Serrano (Ripio) eligió Montevideo, según indica su Linkedin
- España: se radicó Miguel Santos, CEO de Technisys, que pasó los u$s1.000 millones. Otros entrepreneurs destacados: Emiliano Kagierman (Satellogic) y Santiago Siri (UBI)
- Estados Unidos: viven los CEO Gastón Taratuta (Aleph Holding), Guillermo Rauch (Vercel) y Eugenio Pace (Auth0)
A la lista hay que añadir a Alec Oxenford, fundador de OLX, quien reside en Río de Janeiro. De esta forma, siete de los 12 unicornios albicelestes tienen a sus CEO o founders radicados en el exterior.
También a los creadores de tres de los principales candidatos a pasar los u$s1.000 millones: Satellogic (ya vale u$s800 millones en Wall Street), Ripio y OpenZeppelin.
Cruzar el charco I
Durante el verano, una foto dijo más que mil palabras: Marcos Galperin se retiraba de un día de playa en Punta del Este, con la reposera y la sombrilla brandeada de Mercado Libre bajo un brazo y la correa de su perro en la otra mano. Una tranquilidad natural para el principal empresario del país, un hecho casi insólito visto desde la orilla de enfrente.
«Uruguay brinda una idiosincrasia similar a la Argentina, con un ritmo de vida muy agradable, un nivel de problemas muy chico, escasa polarización política«, resume a iProUP Santiago Sena, doctor en Negocios y docente del IAE y la Universidad de Montevideo.
El experto matiza que la cuestión tributaria no es la única causa por la que casi 15.000 argentinos solicitaron la residencia uruguaya en 2021, un 44% más que en 2020, según datos de la Cancillería de la nación oriental publicados por el diario El País. Pero pesa.
«La presión impositiva allá es del 50% y en Argentina es de 106%. Tenemos 170 impuestos. Por eso acá las firmas evaden: el marco te obliga a hacerte un régimen especial», señala Sena, quien añade que la principal ventaja del país charrúa reside en que «tiene sentido común: hay una continuidad, un nivel de grieta que permite la construcción dialéctica».
Facundo Garretón, fundador de InvertirOnline (vendida a Supervielle) y exdiputado del PRO por Tucumán, forma parte de la «legión argentina» en tierras charrúas. En sus redes suele publicar fotos con compatriotas emprendedores y confirma que la principal razón no es tributaria.
«Elegí Uruguay no sólo por su estabilidad económica, sino también institucional: es un país previsible, en el que funcionan las instituciones. Además, hay una comunidad emprendedora que se está estableciendo que es supervibrante«, confía a iProUP el empresario.
Cruzar el charco II
El otro gran destino es España. Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, en el país ibérico ya hay 89.500 argentinos radicados, 500 más que en 2020 y 15% por encima de los 77.650 registrados en 2019. Y cada vez más emprendedores albicelestes eligen esa plaza para desarrollar su vida y sus negocios.
Se puede decir que la «piedra fundamental» de ese hub de entrepreneurs criollos la colocó Martín Varsavsky hace tres décadas. El empresario dejó el país a los 17 años, escapando de la Dictadura en los ’70, y desde fines del siglo pasado creó cinco unicornios en España, entre ellos Jazztel, Ya.com y FON.
Recientemente, se unió al prolífico emprendedor-inversor argentino Matías Nisenson y a Alec Oxenford para crear Myelin, un fondo de capital enfocado en proyectos latinoamericanos.
«España es elegida por su similitud: es la Argentina europea. Es similar pero ordenada y primermundista«, asegura a iProUP Nisenson, creador de Tiempy, un programador de publicaciones en redes sociales que vendió en 2016; y Defi Wonderland, un hub de finanzas descentralizadas.
Además, agrega que «el foco principal es cultural porque allá hay una buena selección de emprendedores. Tanto Uruguay como España son elegidos porque ofrecen incentivos«, además de EE.UU. porque «allí está el capital».
Calurosa bienvenida
Leonardo Valente, de la Comisión Directiva de la Asociación de Emprendedores Argentinos (ASEA), afirma a iProUP: «Los tres destinos comparten una política a favor del desarrollo emprendedor, con estabilidad fiscal, convenios de doble imposición que evitan el cobro innecesario de impuestos y muy buenos términos de calidad de vida«.
«España pone a disposición un mercado mucho más grande, la Unión Europea, así como importantes ofertas de capital de riesgo. Estas características son iguales o aún mayores en EE.UU., donde la limitante del idioma no es tan alta en hubs latinos o cosmopolitas como Miami, San Francisco e incluso Nueva York«, asegura.
Valente, quien además es fundador de Live Panel, señala que estos tres países además ofrecen las siguientes ventajas:
- «Facilitan el cambio de domicilio fiscal y ofrecen exenciones impositivas para compensar los costos de radicación»
- «Potencian los hubs emprendedores y ven al recién llegado como una persona con mucho potencial para aportar valor al desarrollo de riqueza»
- «Por lo tanto, se les brinda acceso a mercados, financiamiento y vínculos de negocios que hacen más atractiva aún la propuesta»
Qué pierde Argentina al perder emprendedores
«Respecto a cómo impacta en Argentina, no lo sé. Pero es triste ver que se ‘expulsa’ no sólo al capital económico, sino también al conocimiento, a las personas que tienen las herramientas para crear empresas, empleo y riqueza», asegura Garretón desde Uruguay.
Desde allí comanda el holding Terraflos, que busca liderar la industria del cannabis medicinal en la región. La industria biotech, a la que también apuesta Varsavsky en España con su startup de tratamientos reproductivos Prelude, promete un mercado de u$s1,6 billones antes de 2030.
Más allá de las cifras, Valente señala que «la mayoría de los responsables de estas grandes empresas mantiene un vínculo personal, laboral e incluso emocional con el país, privilegiando el desarrollo de equipos locales o la contratación de cuadros directivos«.
Pero advierte que «la falta de presencia probablemente conspire para la realización de nuevos lazos, el apoyo a nuevos emprendedores y también en la decisión de radicación de inversiones«.
Si bien la virtualidad ha derribado algunas barreras físicas, Valente remarca que «la presencialidad genera espacios de negocio más exclusivos que pueden terminar excluyendo a emprendedores que recién empiezan, del Interior o actividades no vinculadas a la tecnología. No todos pueden ir a un encuentro en Punta del Este, por ejemplo».
¿Hay esperanza?
En el mismo sentido, Sena remarca que en el país existe «una cultura emprendedora tan potente», que se refleja en «patriadas, como el fondo de base científica SF500 que lidera Bioceres en Santa Fe, que te moderan el efecto» de la fuga de cerebros.
«Ningún argentino se va del país contento, lo deja con una historia muy dolorosa. No los vas a ver festejando en Ezeiza: se van porque no les da para más», remarca.
Marcos Galperin, el caso más paradigmático de los empresarios argentinos que se mudaron al Uruguay
Nisenson comparte el pronóstico. «No hay ni una medida ni una serie: se requiere un cambio estructural. Los que se fueron lo hicieron porque tienen hijos y miedo de que salgan a la calle. Pero ves que la pobreza no baja, que esos chicos no van a estudiar y que nada va a cambiar», lamenta.
Sena concuerda y habla de un espiral autodestructivo que se ve en la escasa cantidad de empresas que existen en el país cada 1.000 habitantes en edad activa:
- 14, contra las 58 de Chile, 48 de Uruguay o 25 de Brasil
- 0,2 firmas se crean por año cada 1.000 personas, contra las 12,1 de Chile; 2,7 de Brasil y 2,3 de Uruguay
- Desigualdad: en CABA hay 42 firmas cada 1.000 habitantes, contra las siete del Norte Argentino
«Deberíamos consensuar los cambios mínimos, ponernos de acuerdo en el marco regulatorio, derechos laborales, carga impositiva, volatilidad, inflación. Sólo así el talento volverá. Si tirás semillas en tierra fértil, crece, pero Argentina es una losa», remarca.
Ni siquiera las normas de apoyo al ecosistema, formuladas durante el macrismo y relanzadas por el gobierno actual, parecen atraer al talento. Según Valente, hoy «existe una aplicación muy limitada» de:
- Ley de Emprendedores: «Sus beneficios fueron suspendidos o restringidos, como el caso de las SAS. Requieren pasos burocráticos muy complejos para gozarlos, como la deducción de inversiones; o nunca han sido implementados, como el crowdfunding«
- Ley de Economía del Conocimiento: «Las modificaciones anularon importantes beneficios, como la doble imposición. Además, la enorme brecha cambiaria genera incentivos que superan a cualquier exención parcial, con la ventaja de no estar sometida a ningún tipo de demora o discrecionalidad en su aplicación»
La situación de los emprendedores hoy es de pesadumbre. Quizás la foto perfecta la pintó el propio Varsavsky en Twitter: «Mis amigos norteamericanos se juntan y hablan de trabajo, proyectos o algún hobby que han descubierto últimamente. Mis amigos españoles hablan de viajes, familia, comida, deportes, relaciones interpersonales. Mis amigos argentinos hablan de Argentina«.