Desde el municipio de Montecarlo se viene trabajando fuertemente en políticas ambientales que no solo tienen un impacto concreto, sino también un profundo valor simbólico:
Cada árbol que se planta en nuestras zonas urbanas representa un gesto de esperanza para las futuras generaciones.
Cada material que se recicla en la planta de clasificación es un paso hacia una economía más circular y responsable.
Cada jornada del programa Ecocanje es un ejemplo de cómo los buenos hábitos pueden transformar nuestras comunidades.

Y cada charla en las escuelas siembra conciencia en quienes tienen el poder de cuidar el mañana.
Creemos que el verdadero cambio empieza por casa, y Montecarlo es ejemplo de cómo una comunidad unida puede hacer la diferencia.
Sigamos construyendo juntos un presente más consciente y un futuro más verde.