La Secretaría de Finanzas volvió a apostar a los instrumentos indexados, que no permitirán que la deuda se licúe, pero, tras otra buena licitación, consiguió pagar todos los vencimientos y quedarse con pesos de más para cubrir déficit fiscal sin forza más una maquinita del BCRA que ya viene con mucho uso
Al Tesoro esta semana le vencían $477.000 millones y consiguió $773.710 millones. En el total del mes las obligaciones trepaban hasta casi $1,1 billones y, además de lograr cubrirlas, se quedó con un extra de $475.950 millones, un rollover de casi 145%. Eso son pesos con los que el Gobierno buscará cubrir su creciente rojo primario, intentando evitar hacer aún más abultada una emisión monetaria que se disparó en mayo y que resulta problemática para lo que viene. En mayo, en concreto, el BCRA imprimió $440.000 millones para Adelantos transitorios al Tesoro y en el año llegó a los $670.000 millones. El Secretario de Finanzas, Eduardo Setti, destacó que la licitación fue «la de mayor financiamiento neto del año» y que «el mensual también fue el mayor del año». Además resaltó que hubo una alta participación del sector privado.
A la asistencia directa al Tesoro se le debe sumar las compras de bonos en pesos que realizó el BCRA en el mercado secundario, con la finalidad de luego ingresar en los canjes que realiza Finanzas. Se lo estima entre los $600.000 millones y los $1,2 billones. En ese contexto, las licitaciones vienen a traer alivio.
Econviews estimó cuánto deberá aportar el Tesoro y cuánto el BCRA para financiar un déficit fiscal que se disparó por el efecto de la sequía sobre la recaudación: «Estimamos un déficit primario de 3,3% para 2023. A esto hay que sumarle otros dos puntos del PBI en intereses, llevando el déficit fiscal a 5,3%. Creemos que el mercado de deuda local puede aportar 1,2% del PBI de financiamiento neto en 2023. En nuestro escenario base, los organismos multilaterales cubren otro 0,3%. El 3,8% del PBI restante le queda al Banco Central, una emisión de 6.58 billones de pesos».
En el mercado se estima que, por lo que indica la Carta Orgánica, el BCRA todavía podrá mandarle $850.000 millones al fisco más los $1,15 billones de utilidades del 2022 más lo que compre en el mercado secundario de bonos en pesos. En cualquier caso, las buenas licitaciones vienen a aliviar el potencial crecimiento de esas cuentas.
El lado negativo aparece con el creciente porcentaje de instrumentos indexados con el que el Tesoro está consiguiendo sus buenos resultados. Al margen de las exigencias del FMI en cuanto a evitar endeudarse con ese mecanismo, lo cierto es que la nueva estrategia no permite proyectar una licuación de la deuda. El jefe de Research de Romano Group, Salvador Vitelli, destacó que el 99% de los instrumentos con los que se renovó deuda en esta última licitación fueron atados a la inflación o al valor del dólar.