Hoy en Data Urbana te presentamos la voz musical de Misiones, cuyo nombre evoca el sonido del agua y el movimiento, reflejando la esencia de un ritmo que late entre fronteras.
Nacido en las entrañas de la selva misionera, el Gualambao es mucho más que un ritmo: es un símbolo de identidad para el noreste argentino. A diferencia de otros géneros folclóricos, su origen no se pierde en el anonimato, sino que lleva el nombre y el alma de su creador: Ramón Ayala (1927-2023), artista polifacético y poeta de la tierra colorada.
Este ritmo único surgió a fines de los años 50 como un abrazo musical entre tres culturas: la cadencia guaraní, la herencia europea y los ritmos afro, fusionados en una melodía que hoy es Patrimonio Cultural de Misiones.
La provincia lo celebra cada 10 de marzo, en honor al natalicio de Ayala, el hombre que vistió la selva, el río y los mitos del Litoral con notas inolvidables.
Además, entre su legado se encuentran sus 300 obras, como «El Mensú», «Posadeña Linda» y «Canto al río Uruguay» que retratan la vida litoraleña con metáforas poéticas:
- «Plata blanda mojada de luna y sudor» (el algodón).
- «Muerto el gigante del monte en su viaje final» (los árboles caídos).
Ramón Ayala, fallecido en 2023 a los 96 años, dejó más que música: una identidad. El Gualambao sigue presente como homenaje a la tierra roja, los ríos y los mitos de la selva, vestidos con el traje sonoro que él les regaló.