El búfalo gana terreno en Misiones como una opción ganadera saludable y sustentable. Productores, carnicerías y el Estado impulsan su consumo por su bajo contenido graso y valor nutricional
En Misiones, el búfalo comienza a afianzarse como una opción ganadera con fuerte proyección. Esto dado su carne magra, saludable y de bajo impacto ambiental lo posiciona como una alternativa cada vez más valorada por productores y consumidores. Así lo destacan quienes impulsan esta actividad en crecimiento, como el productor César Schunke y la empresaria cárnica Amalia Benítez, protagonistas del desarrollo bubalino en la provincia.
Schunke, con más de una década en la cría de búfalos, observa un cambio positivo en la aceptación de esta carne: “Empezamos hace unos 12 años y hoy se está consumiendo más porque es una carne más sana. Es magra, con menos colesterol y se produce a pasto”, explicó. Para él, se trata de una “carne verde”, como define a la producción extensiva y sin uso intensivo de concentrados.
Además, destacó que requiere menor intervención alimentaria que otras especies: “No se necesita mucho alimento, lo que la hace más sustentable”, remarcó. Aunque su establecimiento se enfoca en la carne, aseguró que otros productores ya comercializan leche y derivados con muy buena aceptación en el mercado local.
Según Schunke la carne bubalina tiene sus particularidades, ya que al no tener grasa intramuscular, se debe cocinar con cuidado: “Es una carne que se debe comer a punto. Si se pasa de cocción, puede quedar seca”, advirtió.
El búfalo gana terreno en las carnicerías
En la otra punta de la cadena, Amalia Benítez, encargada de una carnicería en Posadas, afirma que incluir búfalo en su oferta fue un acierto. “Queríamos tener todas las carnes posibles: pescado de cultivo, cerdo, cordero y ahora también búfalo. Es una opción nutritiva, saludable y económica”, expresó. Desde su experiencia, ofrecer variedad tiene sentido comercial y también familiar: “Como mamá, también busco economía y buena alimentación”.
Benítez detalló que adaptaron la comercialización a los hábitos del consumidor: “Segmentamos y preparamos combos cerrados. Tenemos uno de olla con cortes como aguja, paleta, osobuco; y otro de parrilla, con costilla, vacío y falda”. Además, innovaron con recetas: “Hicimos empanadas de goulash de búfalo con un chef. Se venden jueves o viernes y para el fin de semana ya no queda nada. La gente vuelve a pedir”.
Para ella, más allá de la venta, el desafío está en animar a los consumidores: “Hay que invitar a que prueben, que cocinen, que hagan sus recetas. Es una carne que se adapta muy bien a estofados, al disco, y va perfecta con el clima más fresco”.
La experiencia también es respaldada por los consumidores. “Varias veces compré los combos y la carne es muy rica. Es tierna, no es grasosa y se pueden hacer comidas livianas. En la parrilla hay que tener cuidado de no secarla, pero es exquisita”, comentó un cliente habitual, que además valoró el precio: “Por combo sale más económico”.
Apoyo legislativo
Este avance productivo no es casual. En el plano legislativo, la Cámara de Representantes de Misiones acompaña la expansión de esta actividad en el marco de la Ley Nacional 27.076, que instituyó el Programa Federal para el Fomento y Desarrollo de la Producción Bubalina. En la provincia, el Ministerio del Agro y la Producción actúa como autoridad de aplicación, con funciones que van desde el acompañamiento técnico hasta la promoción del agregado de valor.
Además, se creó un Registro de Productores de Ganado Bubalino, que permitirá diseñar políticas específicas, identificar unidades productivas y fortalecer el sector con infraestructura, tecnologías, capacitación y mejoras en competitividad. Con el respaldo del Estado, la voluntad de los productores y la buena respuesta de los consumidores, el búfalo se convierte en una alternativa ganadera con peso propio en el mapa productivo misionero.