El dirigente de izquierda sucede a Sebastián Piñera
Gabriel Boric asume este viernes la presidencia de Chile en una ceremonia en Valparaíso a la que asistirán solo 500 invitados debido al aforo reducido por la pandemia y en medio de grandes expectativas por su promesa de un cambio político. Boric recibirá el mando de Sebastián Piñera, quien termina su segundo período en La Moneda (el primero fue entre 2010 y 2014), en un gobierno que estuvo marcado por el estallido social de octubre de 2019 que desencadenó un acuerdo de todos los sectores políticos para comenzar el proceso constitucional que finalmente pueda ponerle fin a la Carta Magna impulsada por Augusto Pinochet.
Piñera termina además su segundo mandato con un 24% de aprobación, según la última encuesta Plaza Pública Cadem, la cifra más baja para un presidente saliente desde 1990, mientras que la desaprobación asciende a un 71%, principalmente producto del estallido social y de la forma en que abordó la crisis económica provocada por la pandemia.
Boric, que a los 36 años se convertirá en el presidente más joven de Chile y en el octavo mandatario electo desde el retorno de la democracia en 1990, llega como abanderado de la coalición Apruebo Dignidad tras vencer en diciembre al pinochetista ultraconservador José Antonio Kast en balotaje, imponiéndose con el 55,87% de los votos.
Su campaña política a la presidencia estuvo enfocada en la ampliación de derechos, en la descentralización del país, en el ambientalismo, en el fin de la herencia del pinochetismo y en el respeto a los pueblos originarios, muchos de los reclamos centrales del estallido social.
Fiel al estilo diplomático que asumió desde el principio de la campaña, no dudó en moderar su discurso de cara a la segunda vuelta electoral e invitar a todos los líderes del arco opositor a dialogar para acercar posiciones.
En enero nombró un gabinete de mayoría femenina, que incluye a la primera ministra del Interior de la historia, Izkia Siches, y que además reúne varias figuras de la ex Concertación, en un esfuerzo por afianzar y complementar el apoyo de la coalición electoral que lo encumbró en el poder, establecer un canal de diálogo con el empresariado y enfrentar una economía golpeada tanto por el estallido social como por la pandemia.
Pocos días antes de asumir, Boric, que designó a catorce mujeres en el gabinete, aseguró que su gobierno será feminista. «Esto significa cambiar la manera en que nos relacionamos, con la cual vemos el mundo, que ha estado durante demasiados siglos contada por hombres», manifestó.
Con un Congreso sin mayoría de izquierda, el ex diputado deberá negociar con otras fuerzas la agenda transformadora que desea y por la que 4,6 millones de chilenos lo votaron, a la espera de que la nueva Constitución (en caso de ser aprobada este año) facilite muchos de esos cambios.
La ceremonia de traspaso de mando se realizará desde el mediodía en el Salón de Honor del Congreso, ubicado en la costera ciudad de Valparaíso, y contará con la presencia de representantes tanto de Argentina como de Brasil, Colombia, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú, México, Ecuador, Haití, República Dominicana, Países Bajos y España.