El gobierno nacional se prepara para un importante vencimiento de deuda este jueves, cuando deberá desembolsar US$4500 millones por la amortización de capital e intereses de los bonos soberanos. Este pago representa un esfuerzo significativo para cumplir con sus compromisos financieros y evitar un nuevo default.
Sin embargo, también generará una presión sobre las reservas internacionales, que se espera vuelvan a niveles negativos de US$10.000 millones.
Riesgo país y expectativas de los bonistas
El Banco Central recientemente obtuvo un crédito de US$1000 millones de entidades privadas, en un intento por mejorar la liquidez. Mientras tanto, el índice de riesgo país, medido por JP Morgan, cerró en 609 puntos, mostrando una reducción de 1300 unidades desde que Javier Milei asumió la presidencia.
A pesar de esta mejora, el riesgo país sigue siendo elevado en comparación con otros países de la región. La respuesta de los bonistas tras recibir su pago será crucial. Si deciden reinvertir en deuda argentina, la demanda aumentará, potenciando su precio y reduciendo la tasa de interés y el riesgo país. Por el contrario, si los inversores eligen diversificar sus carteras en otros activos, podría dificultarse una nueva caída del costo de deuda.
Próximos pasos y el papel del FMI
El siguiente pago de US$4500 millones está programado para dentro de seis meses. El Gobierno confía en que un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, esperado para el primer trimestre, será fundamental para mejorar las reservas y gestionar las restricciones cambiarias. Según la consultora Outlier, el Tesoro ya posee los dólares necesarios para cubrir los pagos de los bonos Bonares y Globales, y se encuentra negociando con el FMI un acuerdo que podría aportar financiamiento neto positivo o neutro. El Banco Central anunció también una operación de REPO por US$1000 millones con un plazo superior a un año y un costo inferior al 9% anual, buscando mejorar la liquidez. GMA Capital estima que el Gobierno enfrentará US$17.000 millones en vencimientos de deuda dura este año, de los cuales US$5000 millones corresponden a organismos internacionales distintos al FMI.
En resumen, Argentina se enfrenta a un crucial pago de deuda de US$4500 millones que podría influir en la disminución del riesgo país, aunque también ejercerá presión sobre las reservas. La respuesta de los bonistas y el apoyo del FMI serán determinantes para el futuro económico del país. Se espera que el índice de riesgo país continúe su descenso, acercándose a niveles que faciliten la emisión de nueva deuda en el mercado internacional.