La Provincia brinda tratamiento a pacientes que lo requieran. La prestación se lleva adelante a través del Programa de Detección Temprana de Hipoacusia.
Misiones fortalece su red de detección de hipoacusia. A través del Programa Provincial de Detección Temprana de Hipoacusia, la Provincia trabaja para garantizar el acceso a diagnóstico y soluciones auditivas a pacientes. En lo que va del 2024, se gestionaron 14 implantes cocleares en el territorio. Cuatro de ellos, de conducción ósea.
A nivel mundial, de cada mil bebés que nacen, entre uno y diez presentan problemas auditivos. La estadística denota que el 20% requiere un implante coclear. La Provincia brinda este servicio a aquellos pacientes que lo precisen.
El Programa de Detección Temprana de Hipoacusia trabaja para garantizar el acceso de todo recién nacido al estudio temprano de su capacidad auditiva y al tratamiento oportuno si lo necesita. Si el estudio de Otoemisiones Acústicas (OEA) revela un problema de audición, se prevé la provisión gratuita de audífonos o prótesis auditivas, así como la rehabilitación auditiva.
Qué es la Hipoacusia
La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva, es un trastorno sensorial que consiste en la incapacidad para escuchar sonidos, y que dificulta el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación. Puede presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo oído, o ser bilateral cuando ambos oídos están afectados.
Causas
La pérdida de audición puede existir ya en el momento del nacimiento (causas congénitas), y también puede suceder a cualquier edad (causas adquiridas).
Entre las causas congénitas se encuentran:
- Factores hereditarios o no hereditarios.
- Complicaciones en el embarazo o en el parto. Por ejemplo, falta de oxígeno en el momento de nacer, ictericia grave durante el período neonatal, bajo peso en el nacimiento.
- Infecciones que haya sufrido la madre durante la gestación, como la rubeola o la sífilis.
- El uso incorrecto de determinados fármacos durante el embarazo (por ejemplo: aminoglucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos).
Entre las “causas adquiridas”, se destacan las siguientes:
- El envejecimiento.
- Padecer infecciones crónicas del oído. En los niños, la otitis media crónica -presencia de líquido en el oído- es una causa frecuente.
- Sufrir enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la parotiditis.
- La obstrucción del conducto auditivo por cerumen o cuerpos extraños.
- Padecer traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.
- El consumo de algunos medicamentos como los que se prescriben en el tratamiento de infecciones neonatales, el paludismo, algunos tipos de tuberculosis y algunos tipos de cáncer.
- Exponerse a un ruido excesivo (la OMS recomienda un límite de 65 decibeles). Esta circunstancia puede producirse en el puesto de trabajo, si está relacionado con maquinaria ruidosa o explosiones, o durante actividades y eventos recreativos en bares, discotecas o conciertos, donde se alcanzan a veces los 110 decibelios. También puede ser perjudicial usar los auriculares para escuchar música a un volumen excesivamente alto.
¿Se puede prevenir?
Hay muchas maneras de prevenirla:
- Realizar todos los controles prenatales durante el embarazo.
- Recibir todas las vacunas del Calendario Nacional.
- Pedir para los recién nacidos la Prueba de Pesquisa Neonatal Auditiva antes de salir de la maternidad o dentro del primer mes de vida. -Llevar a las niñas y niños al control periódico de salud, aunque estén sanos.
- Limitar el volumen y el tiempo de uso de los auriculares, y evitar los ambientes ruidosos.