Misiles y drones rusos golpearon ciudades como Kiev y Dnipro durante la noche. Cuatro personas murieron y al menos 17 resultaron heridas, en medio de una nueva escalada del conflicto que ya supera los tres años.
El gobierno de Ucrania condenó este sábado un nuevo ataque nocturno lanzado por Rusia, que dejó al menos cuatro muertos y 17 heridos en distintas regiones del país. Los bombardeos, dirigidos contra infraestructuras críticas —como la red eléctrica, el ferrocarril y viviendas particulares— afectaron a ciudades como Kiev, Dnipro, Kharkiv y Sumy, reavivando el reclamo de las autoridades ucranianas a la comunidad internacional para intensificar las sanciones contra Moscú y fortalecer el apoyo militar a Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores, Andrí Sibiga, afirmó en su cuenta de X que “el terror ruso puede y debe detenerse”, y subrayó la necesidad de una “acción colectiva” y de “una mayor presión sancionadora” contra Rusia. También reclamó un incremento en el respaldo energético y defensivo a Kiev, al sostener que “nadie en el mundo quiere que esta guerra continúe, excepto Rusia”.
De acuerdo con la Fuerza Aérea ucraniana, el ataque —ocurrido entre la noche del viernes y la madrugada del sábado— incluyó el lanzamiento de doce drones y cinco misiles balísticos en once puntos del país. En Kiev, la policía local informó que dos personas murieron y trece resultaron heridas tras el impacto de misiles balísticos. El alcalde, Vitali Klitschko, confirmó en Telegram que la capital estaba bajo ataque y advirtió sobre varias explosiones. El Servicio Estatal de Emergencias reportó incendios en edificios no residenciales y daños en inmuebles cercanos por la caída de restos de misiles interceptados.
En la región de Dnipropetrovsk, el gobernador interino Vladyslav Haivanenko confirmó otras dos muertes y siete heridos, además de daños en departamentos y viviendas particulares. La Fuerza Aérea detalló que Rusia lanzó un total de nueve misiles y 62 drones, de los cuales las defensas ucranianas interceptaron cuatro misiles y 50 drones.
Frente a este escenario, Ucrania reiteró su pedido de sistemas de defensa aérea Patriot y armas de largo alcance a sus aliados. El presidente Volodimir Zelensky señaló en X que ataques como este demuestran la urgencia de contar con esos sistemas para proteger las ciudades. “Es precisamente por ataques como este que prestamos especial atención a los sistemas Patriot”, afirmó, e instó a Estados Unidos, Europa y los países del G7 a implementar las medidas recientemente discutidas para evitar que continúen las agresiones rusas.
En el plano internacional, Zelensky volvió a solicitar a Washington la ampliación de las sanciones sobre el sector petrolero ruso y la entrega de misiles de largo alcance, como los Tomahawk. Durante una reunión en Londres con líderes europeos, organizada por el primer ministro británico Keir Starmer, el mandatario ucraniano buscó reforzar el compromiso militar de Occidente ante la posibilidad de un alto el fuego que congele el conflicto, que ya lleva más de tres años. El encuentro se centró en aumentar la presión sobre Vladimir Putin y en coordinar nuevas sanciones que afecten los ingresos energéticos de Rusia.
Desde Moscú, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que sus sistemas antiaéreos derribaron 121 drones ucranianos durante la misma noche. En tanto, el canciller Serguei Lavrov reiteró la negativa del Kremlin a un alto el fuego inmediato. Por su parte, Kirill Dmitriev, enviado de Putin para inversiones y cooperación económica, declaró a CNN que Rusia, Estados Unidos y Ucrania estuvieron “bastante cerca de una solución diplomática” para poner fin al conflicto, aunque reconoció que una cumbre prevista entre Donald Trump y Putin en Budapest fue postergada sin nueva fecha.
Los ataques se producen en un contexto de intensificación de la ofensiva rusa contra infraestructuras civiles y energéticas ucranianas, a las puertas del invierno. Las autoridades de Kiev insisten en que reforzar las defensas aéreas y acceder a armamento avanzado resulta esencial para frenar la campaña de bombardeos y proteger a la población.
Según Sibiga, solo una capacidad de respuesta adecuada permitirá a Ucrania neutralizar los ataques rusos en sus puntos de origen, lo que —advirtió— refuerza la urgencia de una acción internacional firme para detener el uso del terror como herramienta de guerra.








