El presidente electo Donald Trump seleccionó a la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, como su próxima secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, según dos personas familiarizadas con la selección.
Noem será seleccionada para hacerse cargo de la agencia, mientras que dos figuras clave de la línea dura en materia de inmigración —Stephen Miller y Tom Homan— están programados para ocupar puestos de alto nivel, lo que indica que Trump se toma en serio su promesa de tomar medidas enérgicas contra sus compromisos en materia de inmigración. Con la elección de Noem, Trump se asegura de que una persona leal dirija una agencia que él prioriza y que es clave para su agenda nacional.
El departamento vivió una gran agitación la última vez que Trump estuvo en la presidencia. En ese entonces, el DHS tenía cinco líderes diferentes, de los cuales solo dos fueron confirmados por el Senado. La agencia tiene un presupuesto de US$ 60 mil millones de y cientos de miles de empleados.
Noem, quien anteriormente fue representante de Dakota del Sur, ahora tendrá la tarea de supervisar una agencia en expansión que controla todo, desde Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas hasta la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y el Servicio Secreto de Estados Unidos.
Noem había estado en la lista de candidatos de Trump para vicepresidente, pero su relación con Trump cambió después de la repercusión negativa que generó la publicación de su libro: “No Going Back: The Truth on What’s Wrong with Politics and How We Move America Forward” (No hay vuelta atrás: la verdad sobre lo que está mal con la política y cómo hacemos avanzar a Estados Unidos). En él, reveló que una vez mató a Cricket, su pointer de pelo duro de 14 meses, cuando no mostraba los signos de un perro de caza ideal.
La gobernadora escribió que el perro era “imposible de entrenar”, según extractos publicados por primera vez por The Guardian. Noem argumentó más tarde que esas anécdotas tenían como objetivo demostrar lo capaz que es de realizar algunos de los trabajos más espantosos de la vida cuando es necesario.