Había dos situaciones que eran conocidas de antemano: una, que su deseo era dirigir alguna más en la másxima categoría del básquetbol español. La otra, que no tenía feeling con la actual dirigencia de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), encabezada por Fabián Borro. Y este martes, llegó la noticia: Sergio Hernández deja a la Selección para ser el nuevo entrenador del Zaragoza en la Liga ACB.

El Oveja no dirigirá al equipo nacional en las ventanas de noviembre y febrero para la Americup 2022 y su presencia al frente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 es una incógnita. De esta manera, a los 57 años, se transformó en el reemplazante de Diego Ocampo, que este lunes había presentado su renuncia al cargo tras un arranque para el olvido del equipo (2-8) entre la Liga y la Champions League. En Zaragoza dirigirá a Nicolás Brussino, a quien tuvo en Peñarol de Mar del Plata.
«Primero quiero agradecer a la CABB, que me facilitó las cosas para que yo pueda cumplir este objetivo de dirigir en un equipo importante de Europa. Aclaro que no me voy porque no esté confirme ni porque me parezca poco el desafío de la Selección, sino porque la Liga ACB tiene un reglamento, desde hace muchos años, que prohíbe que un entrenador tenga dos cargos a la vez. Esto no significa que, a futuro, yo pueda volver a ocupar el puesto en la Selección…», expresó Hernández en su mensaje de despedida.
«Hace muchos años que estoy esperando entrar en una de las mejores ligas del mundo, como es la ACB, y en este caso es Zaragoza, un club histórico, con mucha cultura deportiva, en una ciudad basquetbolera, con un interesante proyecto deportivo y una plantilla muy valiosa. Un combo de cosas que esperaba hace tiempo y se dio justo ahora. Me duele en el alma dejar la Selección, pero es una oportunidad muy buena. Una vez terminado el contrato, decidiré los pasos a seguir…», agregó el bahiense.
Desde la CABB, fue Borro el que se refirió a la partida del entrenador: «No hay dudas que Sergio está en el mejor momento de su carrera y que éste era su gran anhelo que nosotros quisimos ayudar a concretar. Por eso nos produce felicidad que pueda cumplir el sueño y de esta manera prestigie a todo nuestro básquet en el máximo nivel mundial. No es sencillo dirigir en Europa y menos aún en la ACB, la mejor liga de ese continente, en un club emblemático y en una ciudad donde León Najnudel dejó su huella. Nos ponemos felices por él y esperamos que su regreso sea pronto, ojalá para dirigir los Juegos Olímpicos de Tokio».