El ministro de Hacienda de Misiones alertó que la eliminación de las funciones regulatorias del INYM provocó una caída del 77% en el precio real de la hoja verde, profundizando la crisis del sector y dejando expuestos a productores y tareferos. Pidió consensos urgentes para recuperar rentabilidad y evitar que la actividad quede en manos de unos pocos actores.
La crisis que atraviesa el sector yerbatero tomó un nuevo impulso a partir del Decreto 812/2025, con el que el Poder Ejecutivo Nacional eliminó las funciones regulatorias del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Para el ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, la medida “está generando un daño evidente en toda la cadena productiva”, y sus consecuencias ya se reflejan en el derrumbe del precio de la hoja verde.
Safrán explicó que esta desregulación provocó una pérdida de más del 77% del valor real de la materia prima, caída que —según remarcó— no se debe a un aumento de producción, sino exclusivamente a la falta de reglas claras que garanticen precios mínimos y condiciones competitivas. Recordó además que, apenas se publicó el decreto, el gobernador Hugo Passalacqua advirtió sobre el riesgo de una mayor concentración económica y defendió la necesidad de un mercado equilibrado que permita a todos los actores vivir de su trabajo.
Un mercado estructuralmente desigual
Para el ministro, el gobierno nacional impulsó una desregulación “sin comprender la estructura real del sector”, lo que derivó en decisiones que profundizaron el deterioro de los ingresos de productores y tareferos. Safrán detalló que el productor primario no fija el precio de la hoja verde: este se define en los secaderos de acuerdo con el valor de la yerba canchada, que a su vez depende de acopiadores y molinos.
La cadena presenta un desequilibrio histórico: más de 13.000 productores frente a unos 130 molinos y un número aún menor de cadenas de supermercados, que concentran la capacidad de fijación de precios. A esto se suma una característica propia de la actividad: la yerba mate no puede acopiarse en origen. Cosechar implica vender al precio disponible; no cosechar significa perder la producción. Este condicionamiento deja a los pequeños productores sin herramientas reales de negociación.
Efectos visibles: caída de precios, pérdida de calidad y nuevas distorsiones
Safrán sostuvo que la desregulación iniciada en diciembre de 2023, que tampoco fue acompañada por los legisladores de Innovación Federal y derivó en una demanda judicial de la provincia, marcó el comienzo de “un deterioro que aún se profundiza”. Entre las consecuencias más visibles, mencionó el surgimiento de un creciente número de marcas que optan por vender yerba molida envasada, más rentable que la yerba canchada.
Según el ministro, esta tendencia genera una mayor dispersión de calidades y precios en góndola. Y sin el rol fiscalizador del INYM —en parámetros como el porcentaje de palo o la calidad del secado— se debilitan aún más la competitividad del producto y la transparencia del mercado.
Sin regulación, la concentración avanza
Pese al escenario, todavía hay sectores que dudan de la eficacia del INYM. Safrán defendió la importancia del organismo al subrayar que su presencia es clave para evitar que la actividad quede reducida a unos pocos actores dominantes. Los más perjudicados por la desregulación son los pequeños productores y los tareferos, quienes “quedan totalmente expuestos” en un mercado sin protección.
“Desregular sin un Estado que busque equilibrio entre todos los sectores provocará una creciente concentración y perjudicará a la gran mayoría, incluyendo a los consumidores”, afirmó el funcionario.
Llamado al consenso y a la reconstrucción de reglas
Para Safrán, el desafío inmediato es reconstruir mecanismos que devuelvan rentabilidad, estabilidad y previsibilidad al sector. Considera fundamental que la propia cadena productiva —en especial los productores— alcance consensos que permitan reinstalar normas de juego claras. “La clave es proteger al eslabón más débil: quienes producen la materia prima y quienes trabajan en la cosecha”, concluyó.








