El arquero pasó la revisión médica y fue presentado como la nueva incorporación «xeneize». «Marcos (Rojo) se la pasaba quemándome la cabeza para que venga a Boca y ahora que me llamó Román (Riquelme), en tres días nos pusimos de acuerdo», aseguró el guardavallas en la conferencia.
Sergio «Chiquito» Romero destacó esta noche de lunes que llega «al club más grande de Argentina, que es Boca», y en lo único que piensa es «en devolverle esta oportunidad» que le está brindando de regresar al fútbol argentino » y no en volver a la selección».
Presentado por el presidente Jorge Ameal y con la asistencia en la sala de conferencias boquense del miembro del Consejo de Fútbol, Jorge Bermúdez, el misionero de Bernardo de Irigoyen llega a Boca para competir con Agustín Rossi, que decidió no renovar su contrato que vence en junio del año próximo.
«Anteriormente pude venir a Boca cuando me llamó Guillermo (Barros Schelotto) y debo reconocérselo, porque fue el único que lo hizo en aquel momento, pero entonces era difícil porque tenían que pagarle mi pase a Manchester United», reveló.
Y aseguró que su «amigo» de los tiempos de la selección, Marcos Rojo, fue el que más insistió para que viniera a Boca. «Marcos se la pasaba quemándome la cabeza para que venga a Boca y ahora que me llamó Román (Riquelme), en tres días nos pusimos de acuerdo», refirió.
Claro que en los últimos tiempos estuvo entrenándose en el club donde comenzó su carrera, Racing Club, por lo que se especuló con la posibilidad de que volviera a Avellaneda, pero finalmente ese llamado nunca se concretó porque su técnico, Fernando Gago, tiene bien cubierto ese puesto con Gastón «Chila» Gómez y el ya recuperado Gabriel Arias.
«Este era un paso importante en mi carrera para tener continuidad, y si me hubiera llamado Racing seguramente hubiera ido allí, pero esa oferta nunca llegó, así que sabrán ellos la puerta que tienen que ir a tocar. Esto es un trabajo y yo tengo hijos que mantener, así que no veo porqué se enojarían sus hinchas», advirtió.
Esto repercutió inmediata y negativamente en el club de Avellaneda, cuyo presidente, Víctor Blanco, sostuvo que Romero no fue tenido en cuenta «porque Racing tiene dos arqueros de categoría como Arias y Gómez. Pero lo que dijo no es conveniente, y no digo que para siempre, pero por un buen tiempo se cerró las puertas de nuestra institución».