Jhon Jairo Velásquez Vásquez tenía 57 años, padecía cáncer de estómago en fase terminal y estaba internado en un hospital de Bogotá desde el pasado 31 de diciembre, comunicó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec).
«Popeye» nunca se arrepintió de la gran cantidad de crímenes que cometió y siempre se jactó de ser el jefe de sicarios de Escobar. En sus antebrazos llevaba tatuada la frase «El general de la mafia», que le gustaba exhibir.
En varias entrevistas dijo que cuando mataba a una persona «no empezaba a sudar ni a fumar marihuana». «Lo mataba, me iba para la casa, me bañaba, me ponía a ver televisión y vivía normalmente porque soy un asesino profesional», aseguró en declaraciones periodísticas.