Montecarlo fue escenario de la segunda edición del Festival Peña Cervecera, un encuentro que reunió a productores, emprendedores gastronómicos, músicos y público en general en una verdadera celebración de la cultura cervecera misionera.
Del evento participaron cervecerías de distintos puntos de la provincia: Jhon Bier (San Vicente), Tuká (Posadas), Bohemia y Martínez (Montecarlo), Ché (Eldorado), Chopp M. (Eldorado), Oktan (Eldorado), Karumbé (Eldorado) y Pfarrer (Eldorado).
En cuanto al balance comercial, los cerveceros destacaron la importancia de sostener el movimiento y apostar al sector aún en tiempos económicamente críticos, convencidos de que estas instancias fortalecen a los productores y consolidan una propuesta cultural que ya se ganó un lugar en el calendario de la ciudad. El sector gastronómico tuvo una excelente jornada, ya que la mayoría de los emprendedores lograron vender todo su stock.

Uno de los puntos altos del festival fue la capacitación técnica “Elaboración de la IPA moderna y cata de referentes del estilo”, a cargo de Francisco “Peri” Arias, cervecero y fundador de Tukã Birra (Posadas), juez BJCP y Biersommelier certificado por Doemens Akademie. La charla estuvo destinada a cerveceros caseros y profesionales, con un enfoque en los fundamentos de las IPAs modernas: procesos de elaboración, selección de insumos con énfasis en variedades de lúpulo, equipamiento, envasado y cata sensorial. Además, se realizó una degustación de cervezas locales e internacionales del estilo, que permitió entrenar paladar y nariz de los participantes.
La música también fue protagonista con la participación de MonteFunk, el grupo Rula y Los de la Esquina, y los DJs Daniela y Marcos “Big” Martínez y Yamblo, que pusieron ritmo y energía a la noche.
La organización estuvo a cargo de Cerveceros de Misiones con el acompañamiento de la Municipalidad de Montecarlo, y contó con un gran marco de público. De cara al futuro, los organizadores ya piensan en la tercera edición de la Peña Cervecera, con el objetivo de capitalizar lo aprendido en estas dos experiencias y seguir creciendo, ofreciendo cada vez un mejor servicio.
La Peña Cervecera volvió a demostrar que estos espacios son más que un festival: son un motor de encuentro, cultura y economía local, que pese a las dificultades actuales se mantienen firmes como una apuesta al desarrollo colectivo.