El presidente de la Nación, Javier Milei, vivió una jornada de fuertes tensiones políticas luego de la aprobación en el Senado de dos leyes clave para los jubilados: el aumento de haberes y la reactivación de la moratoria previsional. A pesar del revés sufrido por el oficialismo, Milei no dudó en confirmar su intención de vetar ambas leyes y calificó a la vicepresidenta Victoria Villarruel de “traidora” por habilitar el debate y la votación en la Cámara Alta.
En una jornada marcada por un clima de confrontación política, la oposición, que sumó el apoyo de senadores radicales y provinciales, logró aprobar los proyectos, que incluyen un aumento del 7,2% para jubilados y pensiones, además de un bono de $110.000 que se ajustará por inflación. También se restableció la moratoria previsional, permitiendo que aquellas personas que no hayan alcanzado los 30 años de aportes puedan completar los años faltantes para acceder a la jubilación mínima.
En paralelo, Milei, desde el acto por el 171° aniversario de la Bolsa de Comercio, expresó su molestia por el avance de las iniciativas opositoras. “Nada de lo que está pasando nos sorprende. Estamos preparados para esto y vamos a ser exitosos”, declaró el mandatario con confianza.
Milei se mostró particularmente molesto con la vicepresidenta, quien presidió la sesión del Senado, y no dudó en llamarla “traidora”. Además, destacó que el Ejecutivo ya tenía planeado el veto y aseguró que, de ser necesario, recurrirían a la judicialización de la medida. “Vamos a vetar. Si el veto se cae, lo vamos a judicializar”, añadió, señalando que los efectos de las leyes aprobadas serían “mínimos” en cuanto a su impacto fiscal.
El conflicto entre el Gobierno y la oposición se intensifica a medida que se acercan las elecciones de octubre, y la relación entre el oficialismo y algunos miembros del Congreso parece atravesar un punto de inflexión.
En cuanto a la inflación, Milei aseguró que este fenómeno económico se resolvería en los próximos meses. «La inflación va a colapsar», insistió, adelantando que para mediados del año próximo, esta situación será parte del pasado.
El Senado, bajo la presidencia de Villarruel, también sancionó la emergencia en discapacidad, otro de los proyectos que el oficialismo rechazó. La jornada de votación fue caótica, con fallos en la transmisión de datos y tensiones entre los diferentes bloques políticos. Sin embargo, la aprobación de estas leyes se consolidó gracias a un quórum robusto de 42 senadores presentes.