Los inversores están vendiendo las acciones en un ritmo que no se veía desde la crisis de deuda hace una década. Las pérdidas son aún más pronunciadas de las registradas durante la irrupción de la pandemia de Coronavirus en 2020.
Los inversores están vendiendo las acciones que cotizan en las bolsas europeas en un ritmo que no se veía desde la crisis de deuda que afectó la Eurozona hace una década, según informó el Citigroup.
Los fondos de capital europeos se encaminan al octavo mes consecutivo de pérdidas, las cuales totalizaron hasta el momento los US$ 98 mil millones, afirmó el banco en un reporte difundido por la agencia de noticias Bloomberg.
Las pérdidas son aún más pronunciadas de las registradas durante la irrupción de la pandemia de Coronavirus en 2020.
Las pérdidas son aún más pronunciadas de las registradas durante la irrupción de la pandemia de Coronavirus en 2020, y son comparables a las acontecidas durante la crisis de deuda soberana que impactó al continente entre 2011 y 2012, de acuerdo con el grupo de estrategas del Citi.
Tampoco son optimistas sobre las perspectivas de los próximos meses.
En los anteriores casos las acciones solían rebotar un 16% en los siguientes doce meses cuando las pérdidas acumulaban un 6%, como en este momento registra el índice MSCI Europe, que sigue la evolución de la cotización de más de 400 empresas de mediana y gran capitalización del área.
Sin embargo, la economía europea se encuentra al borde de la recesión debido a la crisis energética, la fuerte inflación y el consecuente endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).
En ese marco, otro grupo de especialistas del banco Goldman Sachs estimó en un informe de esta semana que las ganancias en la región caerán 10% el próximo año.
Las perspectivas en la política monetaria en el continente no ayudan a una eventual recuperación de las acciones en el mercado.
Por su parte, el banco inglés Barclays señaló en una nota que es poco probable que la baja valuación de las acciones se traduzca en altos niveles de compra de no haber una resolución a la guerra entre Rusia y Ucrania, y al shock en los términos de intercambio que afecta a la región.
Las perspectivas en la política monetaria en el continente no ayudan a una eventual recuperación de las acciones en el mercado.
Frente a una inflación récord en los 19 países que utilizan el euro, el BCE continuará con sus subas de tasas de interés, pese incluso a que la actividad económica “se desacelere sustancialmente”, afirmó su presidenta, Christine Lagarde.
“Vamos a hacer lo que tenemos que hacer que es continuar aumentado las tasas en las próximas reuniones. Nuestro principal objetivo no es crear una recesión sino la estabilidad de precios”, dijo la funcionaria en un evento en Frankfurt, Alemania.