Las universidades nacionales convocan a una nueva jornada de movilización tras el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. Desde la Universidad Nacional de Misiones llaman a la sociedad a sumarse en defensa de la educación y la salud pública.
Este miércoles 17 de septiembre, la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) se sumará a la Marcha Federal Universitaria en defensa del financiamiento del sistema público de educación superior. La movilización, que comenzará a las 15:30 en el mástil de Posadas, busca visibilizar el rechazo al veto presidencial sobre la ley de financiamiento universitario y exigir que el Congreso revierta la decisión.
El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) resolvió manifestarse en rechazo al veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, sancionada con amplio consenso en el Congreso. La norma buscaba garantizar previsibilidad presupuestaria a las universidades nacionales y responder a las demandas de actualización en infraestructura, salarios y becas estudiantiles.
“Vamos a concentrarnos en el mástil de la ciudad de Posadas para comenzar nuevamente con una marcha federal universitaria, la cual va a tener el acompañamiento no solo de alumnos y personal administrativo, sino también de trabajadores no docentes y de la sociedad en general”, explicó el consejero superior Diego Llanos en diálogo con Canal Doce.
La convocatoria se da, además, en una fecha simbólica: se cumplen 49 años de la Noche de los Lápices, cuando diez estudiantes secundarios de La Plata fueron secuestrados y desaparecidos por la dictadura militar. Para Llanos, la memoria de aquella jornada refuerza la necesidad de que la comunidad estudiantil se movilice en defensa de la educación pública.
El recorrido y la expectativa de convocatoria
La movilización en Posadas tendrá como punto de partida el mástil a las 15:30 y recorrerá las calles Ayacucho y Bolívar hasta llegar a la Plaza 9 de Julio, en el centro de la ciudad. El itinerario replica las marchas anteriores organizadas por la UNaM en el marco del reclamo nacional por más presupuesto.
“En las distintas unidades académicas vimos gran concentración de estudiantes y del cuerpo universitario en general. Entendemos que vamos a tener mucho acompañamiento”, indicó Llanos.

La comunidad educativa espera replicar la masividad de las movilizaciones previas, cuando miles de estudiantes y docentes llenaron el centro posadeño en defensa de la universidad pública.
El consejero superior remarcó que la lucha no es solo de la comunidad académica, sino que interpela a toda la sociedad. “Pedimos el acompañamiento de toda la sociedad, porque esta es una de las luchas más justas que se pueden tener. La UNaM, al igual que la mayoría de las universidades del país, es una de las instituciones que mejor funcionan y que más capital humano generan”, sostuvo.
Actualmente, cerca del 70% de los egresados del nivel medio en Misiones eligen continuar sus estudios en la UNaM, lo que convierte a la institución en un pilar estratégico para el desarrollo provincial.
El reclamo de la comunidad universitaria se enmarca en una tensión creciente entre el Poder Ejecutivo y las universidades nacionales. La discusión por el financiamiento no solo implica garantizar salarios y becas, sino también sostener proyectos de investigación, extensión y transferencia tecnológica clave para las economías regionales.
Cristian Garrido, decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), explicó que se trata de la tercera movilización nacional en dos años y que, en esta oportunidad, la convocatoria busca ser amplia, con la sociedad en su conjunto como protagonista.

“El objetivo es defender derechos fundamentales que hoy están en peligro”, advirtió Garrido. Según señaló, la situación presupuestaria atraviesa a todas las instituciones públicas de educación superior. “El desfinanciamiento que venimos sufriendo desde el año pasado se ha agudizado y lo anunciado por el presidente —en cadena nacional— anticipa que en 2026 no habrá cambios, salvo que el Congreso revierta el veto”.
Universidades unidas para sostener el funcionamiento
El decano detalló que la falta de recursos impacta en varios frentes. “Hay un deterioro de las condiciones laborales, de enseñanza y aprendizaje, pero también de la investigación, la extensión y las acciones que llevan adelante las universidades públicas”. Puntualizó que el recorte golpea con más fuerza a las ciencias sociales y humanas: “Con lo que pasó con las becas del Conicet y el ingreso a carrera quedamos prácticamente afuera de todo”.
Garrido también mencionó la reducción de los proyectos financiados por la Agencia de Ciencia y Tecnología y los recortes a las políticas de bienestar estudiantil. “El congelamiento de becas como el PROGRESAR genera un impacto enorme: se redujo la cantidad de becados y el monto hoy resulta casi irrisorio”.
UNaM y el derecho a estudiar
El problema, dijo, no se limita al aula. “Más allá de los servicios básicos como luz, agua e internet, necesitamos seguridad, limpieza, mantenimiento edilicio. Si este deterioro se mantiene, en el futuro la inversión requerida para sostener la universidad será mucho mayor”.
El decano remarcó que el funcionamiento universitario trasciende lo académico. “Las universidades producen conocimiento, hacen extensión, transferencia tecnológica y contribuyen al desarrollo económico, social y cultural de las provincias y del país”.

En ese marco, criticó la política nacional hacia el sector. “Hace tiempo no veíamos un ataque tan fuerte y cruel contra las universidades públicas. Se ha instalado un discurso que genera odio y desinformación sobre lo que significa la educación universitaria y su aporte histórico a la consolidación de la clase media argentina”.
Inversión para crecer
Para Garrido, la inversión educativa es un factor de desarrollo: “Los países que hoy se ponen como ejemplo son los que invierten en ciencia y tecnología. La universidad es la que permite que los hijos de las clases trabajadoras sean la primera generación de graduados. Es un proceso que todavía continúa y que demuestra que necesitamos más profesionales formados, no menos”.
De cara a la marcha de este miércoles, el decano pidió un compromiso concreto de la dirigencia política. “Las posturas claras son necesarias, pero más importante es que se vean en los hechos. Necesitamos que los legisladores nacionales acompañen en la sesión para revertir el veto y garantizar un financiamiento acorde a la realidad del país”.
Finalmente, insistió en que la propuesta oficial es insuficiente: “El presupuesto planteado para 2026 es el mismo de este año, anualizado, muy por debajo de lo que el Consejo Interuniversitario Nacional considera necesario. A veces se piensa que con pagar la luz y el internet alcanza, pero la universidad hace mucho más que dar clases. Necesitamos sostener todo eso, y hoy la expectativa está en que el Congreso revierta el veto”.