La Escuela Municipal de Oficios volvió a demostrar, a lo largo de este año, que es una herramienta central para acompañar a las familias de Montecarlo en el camino del autoempleo y el fortalecimiento de la economía local. Con 12 talleres dictados, más de 130 vecinos formados y una inversión municipal sostenida, la propuesta se consolida como una política pública que brinda oportunidades reales y accesibles para todas las edades. Este espacio no solo transmite conocimientos técnicos, sino que devuelve algo aún más valioso: la esperanza, la dignidad y la autonomía de construir un futuro propio.
El impacto comunitario es profundo. La gratuidad de las capacitaciones abre puertas que antes estaban cerradas, permitiendo que jóvenes, adultos y adultos mayores —desde los 18 hasta los 70 años— puedan aprender un oficio y transformar su día a día. Este año, la Escuela ya impulsó la creación de 50 nuevos emprendimientos locales y sigue sumando oficios de alta demanda, como pastelería, refrigeración y próximamente la reparación de lavarropas, cocinas y máquinas de coser. Los talleres responden a necesidades reales de la comunidad y se convierten en oportunidades concretas de ingreso para las familias.




La Escuela de Oficios es hoy un símbolo del espíritu de Montecarlo: trabajo, superación y comunidad organizada. Más allá de los números, expresa la decisión del Municipio de acompañar cada proceso formativo, brindar asesoramiento posterior, facilitar el acceso a microcréditos y fortalecer alianzas para que los nuevos emprendimientos sean sostenibles. Es, en definitiva, un espacio que transforma vidas y que reafirma el compromiso de construir una ciudad con más oportunidades para todos.








