La economía de Brasil se contrajo un 9,7% en el segundo trimestre de 2020 por la crisis del coronavirus, en la que se convirtió en la mayor caída de su historia e implica que el país quedó en recesión.
Comparado con los primeros tres meses del año, el PBI brasileño tocó su nivel más bajo desde que se realiza la medición del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Si se lo mide respecto al segundo trimestre de 2019, la caída es del 11,4 por ciento.
El derrumbe de la economía brasileña se da pese a los esfuerzos de Jair Bolsonaro por evitar el freno de la actividad ante el coronavirus, que produjo en ese país un desastre sanitario con más de 120 mil muertos. El ex militar tuvo una feroz pelea con los gobernadores que decretaron cuarentena.
El primer trimestre había caído 2,5 por ciento y, con este descenso en el segundo, Brasil, la mayor economía latinoamericana, está técnicamente en recesión. La anterior recesión había sido en 2015 y 2016, en el marco de una crisis económica, social y política.
Días atrás, el gobierno de Bolsonaro había celebrado que los índices empezaban a dar señales de recuperación de la economía, con una suba del 4,89% en junio respecto al mes anterior. Se trata del rebote que en mayor o menor medida muestran -o mostraron- todas las economías después del brutal impacto inicial de la pandemia.
De acuerdo a los datos del IBGE, el consumo de las familias y la inversión se desplomaron, junto con una caída muy pronunciada del sector servicios, responsable por el 70 por ciento del valor agregado al PBI de Brasil. Además, la industria retrocedió 12,3 por ciento.
Este lunes se había conocido otro dato preocupante de la economía brasileña. En los primeros siete meses del año se registró el mayor déficit fiscal de la historia de Brasil, unos 88.700 millones de dólares. La deuda pública subió al 86,5% del PBI en julio, según divulgó el Banco Central.
