El huracán Melissa dejó comunidades aisladas, escasez de alimentos y cortes de energía en Jamaica. Mientras, la ayuda humanitaria llega a la isla con dificultades.
El paso del huracán Melissa dejó un panorama desolador en Jamaica. “Hay comunidades enteras que parecen estar aisladas y zonas arrasadas”, relató Dixon, quien describió escenas “devastadoras” en el oeste del país. Gran parte de la isla continúa sin electricidad, mientras miles de personas intentan rescatar sus pertenencias entre el lodo y las inundaciones.
Además, la falta de agua y alimentos agrava la situación. Algunas zonas llevan días sin suministro y la escasez golpea con fuerza a los sectores más vulnerables. Los equipos de emergencia enfrentan enormes desafíos para llegar a las comunidades afectadas. En este sentido, la ayuda se distribuye con lentitud ante la magnitud del desastre.

El aeropuerto internacional de Kingston logró recuperar gran parte de sus operaciones, lo que permite acelerar el ingreso de suministros. Sin embargo, los aeropuertos regionales más pequeños, ubicados cerca de las áreas más afectadas, continúan operando de forma limitada. Esto retrasa la llegada de alimentos, medicamentos y asistencia médica urgente.

Las agencias humanitarias y el ejército jamaicano trasladan la ayuda por tierra desde Kingston. No obstante, muchas rutas siguen bloqueadas por árboles y postes caídos. En varios puntos, los convoyes de emergencia avanzan lentamente para evitar nuevos accidentes.

En esta línea, las autoridades locales advirtieron que la recuperación llevará tiempo. Mientras tanto, los equipos de rescate trabajan sin pausa para alcanzar a las familias que permanecen incomunicadas. La población espera que los esfuerzos internacionales se intensifiquen en los próximos días.








