La querella, la fiscalía y el activismo pide que se considere como crimen de odio. Evelyn Rojas fue asesinada por su pareja en octubre de 2016.
El primer juicio por transfemicidio de la provincia de Misiones inició el 8 de marzo y se espera que el Tribunal Penal N°1 de Posadas dicte sentencia este jueves 17. El activismo, la querella y la fiscalía apuntan a considerar al asesinato como un “crimen de odio”.
El único imputado es Ramón Da Silva, también conocido como “Ramoncito” o “Junior”, la entonces pareja de Evelyn Rojas, una mujer trans asesinada a golpes en 2016. El hombre de 29 años es acusado de femicidio agravado por el vínculo preexistente.
La fiscalía y la querella, pidieron este lunes ampliar la acusación hacia los agravantes de “crimen de odio” y “alevosía”, confirmó a Presentes el fiscal Martín Rau.
Evelyn Rojas fue asesinada el 27 de octubre de 2016 en una estación de servicio abandonada, ubicada en la intersección de la avenida Uruguay y la calle Bouchardo, de la ciudad de Posadas, en la provincia de Misiones, un lugar donde «paraba» Da Silva.
“Evelyn fue asesinada a golpes y la mayoría fueron focalizados en su rostro. Además, tenía el pelo largo hasta la cintura y se lo rebanaron antes de matarla. Todos los insultos y la violencia de él hacia ella se dirigían hacia su orientación sexual e identidad de género: no caben dudas de que hubo un crimen de odio”, asegura a Presentes la abogada que representa a la familia de la víctima, Florencia González.
Cómo se investigó
La investigación de la causa estuvo a cargo de la fiscal de instrucción Adriana Herbociani, quien pidió la elevación a juicio bajo la acusación de Da Silva por femicidio agravado por el vínculo o la relación de pareja preexistente entre el victimario y la víctima. El juez Fernando Luis Verón, del Juzgado de Instrucción N°3 de Posadas, dio lugar a su pedido.
Para la doctora González existieron “muchas irregularidades” en la investigación y “una falta total y absoluta de conciencia de género al momento de llevarla a cabo”.
“Yo creo que si se hubiese hecho como debería haber sido, la fiscal habría entendido que aquí la categoría que debía haberse aplicado era la de odio”, asevera.
Sobre la acusación de “femicidio”, detalla que “a través de las pruebas queda totalmente demostrado que no hubo solamente violencia de género de un hombre hacia una mujer. Hubo odio, ensañamiento y saña por su identidad y su orientación sexual”.
“También entiendo que Evelyn no era cualquier mujer, sino una mujer trans. Esta comunidad conlleva otras vulnerabilidades que las de una mujer cis. A mi entender, el inciso 11 del artículo 80 del Código Penal queda absorbido por el inciso 4 donde sí estamos hablando sobre crímenes de odio hacia la identidad de género”, agrega.
Acusar justamente
El fiscal de Tribunal, Martín Rau, que desde la elevación a juicio lleva adelante la causa, pidió este lunes ampliar la acusación de Da Silva hacia el agravante del “odio” y la “alevosía”.
Sobre esto explicó que “en Argentina la alevosía está dada por la imposibilidad de la víctima de defenderse de la agresión. En este caso, la víctima tenía una ingesta alcohólica de 4,44 gramos por litro, lo cual según los médicos forenses que declararon durante el debate, la dejaba prácticamente en un estado comatoso”.
Además, sobre la ampliación del agravante de odio hacia la identidad de género de Evelyn, Rau señaló que “varios de los testigos que fueron a exponer durante las audiencias del debate manifestaron que los episodios de violencia que el imputado tenía eran siempre contra personas transgénero: nunca habría hecho este tipo de episodios violentos en contra de mujeres cis ni de hombres. Además, todas las zonas donde Evelyn proyectaba su feminidad serían las atacadas”.
Este jueves se espera que el Tribunal Penal N°1 de Posadas, conformado por la presidenta Viviana Cukla y los vocales Ángel Dejesús Cardozo y Marcela Leiva (subrogante), dicte sentencia.
La vida de Evelyn
Jeylin recuerda a su hermana como “la estrellita de la casa”.
“Le gustaba mucho el glamour, la exageración, arreglarse”, dice a Presentes.
“Me acuerdo que cuando ella vivía con nosotros una vez le comenté que algún día me gustaría ser como ella. Era muy hermosa. Me daba consejos a escondidas por vergüenza”, recuerda Jeylin, que también es “orgullosamente” una mujer trans.
Evelyn tenía 26 años cuando murió. A lo largo de su vida vivió otras violencias de carácter estructural, como gran parte del colectivo trans y travesti. Si bien en su familia no tuvo problemas de aceptación -incluso su madre es querellante en la causa-, sí los tuvo en otros ámbitos.
“No tenía secundaria y la primaria le costó bastante porque sufría mucha discriminación por ser afeminado en ese entonces. Buscó trabajo como limpiar casas, pero se le burlaban en la cara. Entonces tomó el camino que muchas toman por falta de trabajo que es el trabajo sexual”, cuenta su hermana.
En este sentido, González asegura que “fue una más de las compañeras trans que viven estas situaciones. Tuvo la mala suerte, además, de encontrarse con este hombre que terminó de destruirla emocionalmente hasta acabar también con su vida”.
