La víctima tenía 24 años y su familia la buscaba desde el domingo pasado. El hallazgo de su cuerpo quemado, mutilado y semienterrado se produjo este jueves a metros de la aldea guaraní. El cacique, quien era su pareja, fue detenido y será indagado este lunes
Una joven de 24 años fue asesinada, quemada y enterrada a pocos metros de donde reside la comunidad Mbya Guaraní Taruma Poty en la localidad misionera de San Vicente, a 190 kilómetros de Posadas. Como principal sospechoso detuvieron a su pareja, el cacique de esa comuna. María Solange Diniz Rabela tenía 24 y se transformó en la víctima 23 de femicidio en los 29 días desde que se dictó la cuarentena dispuesta para prevenir la expansión de la pandemia del covid-19.
Los voceros policiales indicaron que el detenido y único sospechoso por la muerte es la pareja de la muchacha, identificado como Marcelo Núñez, de 36 y conocido como Cacique Claudio, quien justificó su accionar de quemarla, mutilarla y enterrarla porque la víctima “murió por coronavirus”, según explicaron las fuentes.
La causa comenzó a raíz de una denuncia realizada por el padrastro de María Solange el pasado domingo por la noche después de varios días en los que no tuvieron contacto. En la presentación en la comisaría, el hombre aclaró que había intentado, junto a la madre de la muchacha, averiguar con los integrantes de la aldea que había pasado con ella pero nadie quiso darle información ni mucho menos dejarlos pasar.
La causa recayó en el Juzgado N° 3 de San Vicente a cargo del juez Gerardo Casco, quien pidió una serie de medidas de prueba que incluyeron allanamientos y tomas de testimonios que en un principio se complicaron por el rechazo de los vecinos del lugar a la presencia de los policías.
Recién este jueves por la noche, luego de diferentes averiguaciones, se llegó a un dato que apuntó directamente contra la pareja de María Solange. Se trata de Marcelo Núñez, de 36 años, que en la comunidad es conocido como el Cacique Claudio. En un allanamiento de urgencia se encontró en su casa, dentro de la aldea, un serrucho y una manta ambos con manchas de sangre. Núñez ya no estaba, se había fugado.
A los pocos metros de la vivienda, los policías de Misiones encontraron tierra removida y una cama de una plaza quemada que arriba tenía algo que en un principio no pudieron distinguir. Con la llegada de los peritos, descubrieron que se trataba de restos óseos incinerados.
El juez ordenó la excavación en la zona donde había desniveles en la tierra y finalmente se toparon con partes del cuerpo de la muchacha.
“A simple vista los médicos no pudieron determinar la causa de muerte por eso esperamos los resultados de la autopsia. Lo que sí pudimos confirmar es que el cadáver fue descuartizado y que no pudimos hallar el cuerpo completo. Faltan partes con las que no pudimos dar”, señalaron voceros de los tribunales misioneros.
La familia de la víctima le contó a la Justicia que la joven no era aborigen y que hacía poco tiempo que se había puesto en pareja con el cacique. Desde que comenzó el noviazgo, María Solange se había mudado a la aldea.
En la investigación, previo al hallazgo del cuerpo, la Policía logró recoger el testimonio de algunos miembros de la comunidad que, aunque reacios, contaron que el cacique les había dicho que María Solange había muerto por coronavirus y que por eso decidió descuartizarla y quemarla para que “nadie más se contagie”.
Luego de algunas horas de búsqueda, descubrieron que Núñez se escondía en otra aldea ubicada a unos 40 kilómetros de la escena del crimen llamada Pai Antonio Martínez y, tras explicar el por qué lo buscaban, el cacique franqueó la entrada y lo detuvieron.
Ahora, el hombre quedó detenido y este lunes será indagado por el femicidio de María Solange. // CVI