Los cuerpos estaban ubicados en una especie de cámara sin refrigeración alguna y fueron hallados por la policía a raíz de denuncias por olores fétidos.
La Justicia porteña clausuró una clínica privada del barrio de San Nicolás luego de que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires encontró siete cadáveres en estado de composición que estaban ubicados en una cámara sin refrigeración alguna.
Según informaron autoridades porteñas, la clínica funcionaba pese a tener una clausura vigente desde el 21 de septiembre del año pasado por parte de la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC) de la Ciudad.
A partir de varias denuncias de vecinos de la zona por olores fétidos, personal de la División de Delitos contra la Salud y Seguridad Personal acudió al sanatorio ubicado en Lavalle al 1686 y realizó una inspección ordenada por el fiscal Hernán Biglino.
Allí se dio el hallazgo de siete cadáveres en descomposición que mantenían en una especie de cámara que funcionaría como morgue sin refrigeración, comprobando que los malos olores provenían de allí dado que no estaban en condiciones de mantenimiento (el más antiguo tenía más de un mes).
La fiscalía dispuso el cese de la actividad de la clínica a partir de una clausura preventiva del lugar donde fueron hallados los cadáveres, previa constatación de las causales de las muertes y la documentación pertinente.
Uno de los cuerpos fue retirado por familiares, en tanto los otros fueron derivados a otras morgues de la Red Basa.
También dispuso el secuestro de documentación y elementos sobre las maniobras ilícitas constatadas, en tanto el director del establecimiento quedó imputado.