El agua ya no es potable. Según un estudio publicado en Environmental Science and Technology, la atmosfera contiene pequeñas partículas de plástico peligroso para la salud. El cambio es ahora
Un niño jugando en la vereda de su casa con un día nublado. Sea con muñecos, con una pelota o con su propia imaginación, pueden pasar horas hasta que decida volver a entrar. Solo una cosa puede hacer que se vaya a su casa: la lluvia. Suena un trueno y las gotas empiezan a caer. Casi como un acto reflejo, el niño mira al cielo, abre la boca y disfruta del agua que viene del cielo.
Esa imagen, repetida en tantas películas y libros, es común a todo el mundo: no importa la época ni el lugar, disfrutar del agua de lluvia es un acto que une a las personas. Sin embargo, , los tiempos cambiaron y lo que antes compartían todas las generaciones, como poder tomar agua de lluvia, ahora es imposible.
Según un nuevo estudio, el agua de lluvia de casi toda la Tierra contiene niveles inseguros de «sustancias químicas eternas», también conocidas como «sustancias PFAs».
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS) son una gran familia de productos químicos fabricados por el hombre que no se encuentran en la naturaleza. Se las conoce como «sustancias químicas eternas» porque no se descomponen en el medio ambiente.
Tienen propiedades antiadherentes o repelentes de manchas, por lo que pueden encontrarse en artículos domésticos como envases de alimentos, productos electrónicos, cosméticos y utensilios de cocina.
Pero ahora, investigadores de la Universidad de Estocolmo los han encontrado en el agua de lluvia de la mayoría de los lugares del planeta, incluida la Antártida. No hay espacio seguro para escapar de ellos. El agua de lluvia en todas partes es insegura para beber.
Los niveles de seguridad de algunas de estas sustancias químicas han disminuido drásticamente en las últimas dos décadas debido a los nuevos conocimientos sobre su toxicidad.
Los cambios durante los últimos 20 años»
En los últimos 20 años se ha producido un asombroso descenso de los valores guía para los PFAS en el agua potable», afirma Ian Cousins, autor principal del estudio y profesor del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Estocolmo.
Para una de las sustancias más conocidas, el «ácido perfluorooctanoico (PFOA)», causante de cáncer, los valores guía del agua han disminuido 37,5 millones de veces en Estados Unidos.
«Según las últimas directrices estadounidenses sobre el PFOA en el agua potable, el agua de lluvia de todo el mundo se consideraría insegura para beber», afirma.