Las primeras estimaciones privadas de enero marcan una leve desaceleración respecto a diciembre. Las proyecciones para todo el año dan entre 5 y 7 puntos más de lo que espera el Gobierno.
El 2019 arranca sin señales alentadoras para el Gobierno respecto a los números de inflación. Las primeras proyecciones privadas estiman que la suba de precios del primer mes del año rondaron el 2,5%, por lo que representaría una mínima desaceleración respecto a diciembre. Para colmo, ninguna consultora espera que esa cifra pueda bajar sensiblemente en los próximos meses sino que recién a mitad de año podría notarse una baja más marcada.
Uno de los factores clave que mantuvo a la inflación en niveles estables en enero respecto al mes anterior fue el aumento del transporte público aplicado desde mitad de mes, que volverá a replicarse en febrero y marzo. También hubo incrementos en las boletas de agua, de 17%. El descenso en los precios de los combustibles en las estaciones de servicio no compensó por completo esas subas.