Veinte ruedas cambiarias y un dato de inflación marcarán el pulso de las próximas semanas de gestión de Sergio Massa como ministro. Monitoreo de la primera respuesta del mercado y defensa del dólar oficial a 350 pesos.
Una nueva línea de largada comenzará desde este lunes para el ministro de Economía y el ganador de las elecciones generales Sergio Massa hasta el balotaje del 19 de noviembre. En esa última carrera electoral corta antes de la definición final que determine si él o Javier Milei será el nuevo presidente, mediarán 28 días, 20 ruedas cambiarias, un índice mensual de inflación, una serie de acuerdos de congelamiento de precios que deberán ser rediscutidos, una licitación de deuda en pesos, dos pagos al FMI, esquemas de fomento exportador que llegarán a su fin y un puñado de proyectos de leypresentados en el Congreso y que están fuertemente relacionados con la gestión económica.
En su discurso de victoria en las elecciones de este domingo el candidato de Unión por la Patria dio pistas sobre la dirección que tomará su campaña en las cuatro semanas que restan hasta la segunda vuelta y reiteró algunas de sus ideas preliminares sobre las que pivotea respecto a su plan económico: habló de industria versus la “apertura indiscriminada”; de un régimen laboral “moderno”, pero que no implique la eliminación de “derechos conquistados por los trabajadores”; y de recursos naturales con valor agregado en contraste con “regalarlos”. También se diferenció de Javier Milei cuando habló de tener “más coparticipación”, fortalecer el peso a través de la acumulación de reservas por mayores exportaciones y sumar crédito hipotecario.
Aunque de cara a la segunda vuelta en el rol de candidato presidencial debería dar definiciones más precisas sobre cuál será, a partir del 10 de diciembre, “su” plan de gobierno, en los 28 días que restan hasta el balotaje posiblemente Massa siga privilegiando su perfil de gestión: aunque las versiones de una salida suya como ministro para dedicarse enteramente a la campaña presidencial sonaron con fuerza tiempo atrás, finalmente decidió continuar al frente del Palacio de Hacienda para reflejar un perfil gestionador incluso ante el carácter urgente de la crisis.
También habló, durante su discurso en el búnker electoral oficialista, de tender lazos con líderes regionales. “Queremos una Argentina integrada, creemos en el multilateralismo, somos garantes de estabilidad y seguridad respecto a las relaciones con el mundo, y de garantía de seriedad para establecer relaciones”, mencionó.
Los primeros pasos de la agenda que sobreviene para Massa estarán ligados a un primer monitoreo inicial a la respuesta del mercado al resultado electoral: en las PASO el síntoma del resultado inesperado de Milei como el candidato más votado hizo hundir desde temprano los activos argentinos y el Gobierno respondió con una devaluación directa del tipo de cambio oficial.