Las nuevas cámaras de frío otorgan un valor agregado a los productos misioneros. En un contexto económico desafiante, el Mercado Central de Misiones se consolida como un actor clave en la construcción de una economía más sustentable, inclusiva y competitiva. Su presidente, Fernando Toledo, destacó la importancia de las políticas que permiten fortalecer la producción local, mejorar los precios y generar sinergias con organismos como el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMIBIO).
“Es muy importante remarcar que todas las personas que se acercan pueden venir y ver los mismos precios de autos cerrados o abiertos. Entonces pueden hacer una diferencia muy grande. Es un circuito que está funcionando muy bien”, señaló Toledo, al resaltar la transparencia en el sistema de comercialización.
El titular del Mercado Central explicó que, gracias a las 28 cámaras de frío instaladas con apoyo del Gobierno provincial, los productores hoy pueden mantener la frescura de sus productos y venderlos al día siguiente, lo que favorece la calidad y el abastecimiento constante.
“Esto hace que los productores empiecen a trabajar más, a producir más. Hablamos con la Cámara de Operadores y con los productores para que empiecen a vender por kilo, de esta manera aportamos nuestro granito de arena a la economía, en una situación tan difícil”, detalló Toledo.
La iniciativa ha permitido aumentar la competitividad y diversificar la oferta local. Incluso, las cadenas de supermercados comenzaron a adquirir productos no tradicionales como cebollita, perejil o rúcula, fortaleciendo así el circuito productivo provincial.
Sinergias verdes: Mercado Central e IMIBIO
La articulación entre el Mercado Central y el IMIBIO abre nuevas oportunidades dentro de la llamada “economía verde”. Toledo subrayó que esta alianza busca reducir costos en la canasta básica, fomentar el consumo local y promover prácticas sostenibles.
“Ya con lo que veníamos haciendo con el IMIBIO, con todo el compostaje, ahora con estos hongos comestibles y medicinales, realmente es un aporte más a la economía verde de la provincia. Con la venta minorista queremos abaratar un poco la canasta básica y ayudar a la economía familiar”, afirmó.
Por su parte, la ingeniera agrónoma Verónica Lutz, del Mercado Central, explicó que la cooperación con el IMIBIO permitió realizar capacitaciones sobre abonos comunitarios y avanzar hacia la producción de hongos comestibles nativos, fortaleciendo el conocimiento técnico de los productores locales.
Desde el IMIBIO, su director ejecutivo Emanuel Grassi resaltó el valor de promover nuevas prácticas productivas sustentables, poniendo en valor los recursos naturales de Misiones.
“Estamos trabajando junto con los productores para revalorizar los frutos tropicales y nativos, la miel de yateí y, por supuesto, nuestra joyita: la producción de hongos comestibles”, comentó.
Productores que se suman al cambio
El impulso innovador también motiva a productores rurales a diversificar su trabajo. Cristina Barchuck, reconocida como Mujer Rural Federal, compartió su entusiasmo:
“Yo estoy dedicada al tema de las frutillas, pero cuando vi este intercambio de posibilidades, de incorporar otro valor agregado a mi producción, empecé a avanzar poco a poco para ver si puedo realizar también este cultivo de hongos.”
Un modelo que integra producción, sostenibilidad y comunidad
La experiencia del Mercado Central y el IMIBIO refleja una sinergia público-privada que transforma la matriz productiva provincial, apostando por el desarrollo local, la innovación agroecológica y el fortalecimiento de la economía familiar.
Con cámaras de frío, venta directa, compostaje, capacitaciones y la incorporación de nuevos cultivos, Misiones se posiciona como referente nacional en producción sustentable, demostrando que es posible crecer cuidando el ambiente y garantizando alimentos frescos a precios justos.








