Es quizás una de las galletas más populares entre los chilenos.
La clásica «Negrita», con su distintivo sabor a chocolate y vainilla, se puede encontrar hasta en los almacenes más recónditos de este país sudamericano.
Pero tras más de 60 años en circulación, sus fanáticos se sorprendieron este miércoles luego de que Nestlé, la compañía que la fabrica, hiciera un anuncio inesperado: su nombre ya no será «Negrita» sino «Chokita».
¿La razón? El «respeto» y la «no discriminación».
«Esta decisión es el resultado de una evaluación impulsada por la compañía que busca identificar conceptos que pudieran considerarse inapropiados, a la luz de la mayor conciencia sobre las marcas y su lenguaje visual respecto del uso de estereotipos o representaciones culturales», señaló la empresa de alimentos a través de un comunicado.
«La revisión consideró las sensibilidades de distintos grupos sociales en todos los países en que la compañía está presente, y concluyó que la marca Negrita, nacida hace más de 60 años en un contexto completamente distinto, debía ser reemplazada», agregó.
La oblea empaquetada con su nuevo nombre estará disponible a partir de octubre de este año y, según afirma la compañía, no afectará «de ninguna manera» a la receta del producto, que mantendrá su «sabor característico de siempre».
Debate y«memes» en redes sociales
El cambio de nombre generó una enorme repercusión en redes sociales. En Twitter, incluso, las palabras «Nestlé» y «Chokita» se convirtieron en tendencia.
Mientras algunas personas hablaban del «fin de una era», otras consideraron que el cambio correspondía a una «ideologización» extrema.
A través de su cuenta de Twitter, la exministra de Educación chilena, Mariana Aylwin, posteó la noticia señalando: «Cuando la tontera llega al límite».
Mientras que otras personas aplaudieron la decisión de Nestlé indicando que es «acorde a los nuevos tiempos».
Pero, más allá del debate, sorprendió la cantidad de «memes» que se compartieron para bromear sobre otros productos con nombres eventualmente sensibles que podrían ser modificados.
Por ejemplo, se decía que el clásico plato chileno «Bistec a lo pobre» podría reemplazarse por «Bistec a lo vulnerable». O que otros productos, como las galletas «morocha» o la cerveza «morenita», podrían ser los próximos en perder sus característicos nombres.