Las intensas y persistentes lluvias mantienen en emergencia a la capital correntina y a otras localidades de la provincia, con cientos de personas evacuadas, calles anegadas y servicios afectados. A la par, crecen los reclamos vecinales por la falta de mantenimiento y obras de infraestructura que mitiguen el impacto de las precipitaciones.
La situación por las inundaciones en la provincia de Corrientes continúa siendo crítica como consecuencia de las intensas y persistentes lluvias, con un saldo de 413 personas evacuadas hasta este lunes y múltiples localidades afectadas por anegamientos, cortes de calles y complicaciones en la prestación de servicios esenciales.
Los evacuados fueron alojados en escuelas y gimnasios municipales, en el marco de un operativo de emergencia que se mantiene activo. A las tareas de asistencia se sumó personal de la Agrupación III “Corrientes” de Gendarmería Nacional, que trabaja de manera coordinada con Prefectura Naval Argentina, Defensa Civil, Bomberos y la Policía de las distintas jurisdicciones.
Además de intervenir en las evacuaciones, las fuerzas de seguridad y asistencia pusieron a disposición sus medios de transporte para el traslado de materiales, insumos y otros elementos necesarios hacia los centros de evacuación.
En paralelo, el Comité de Crisis conformado para esta contingencia continúa desplegando acciones en zonas urbanas y rurales, ante una acumulación de agua que sigue siendo crítica y que provoca serias dificultades de movilidad, interrupciones en el tránsito y afectación de servicios. La imagen de calles completamente inundadas se repite en distintos puntos de la provincia, con un fuerte impacto en la vida cotidiana de los vecinos.
Situación angustiante
En la capital correntina y en otras ciudades, el agua cubre la calzada y altera la rutina diaria. Comercios que funcionan con persianas a medio bajar, trabajadores que avanzan con extrema precaución y peatones que deben sortear veredas anegadas y calles convertidas en verdaderos zanjones forman parte del paisaje urbano, obligando a desvíos improvisados y demoras constantes.

A este escenario se suma la acumulación de basura arrastrada por la corriente, bocas de tormenta colapsadas y un escurrimiento insuficiente, factores que agravaron la situación.
En ese contexto, los reclamos vecinales se concentran en la falta de una limpieza sostenida y en la necesidad de obras de infraestructura que permitan mejorar el drenaje pluvial. La ausencia de mantenimiento adecuado hace que cualquier chaparrón genere complicaciones, mientras que la falta de inversiones estructurales convierte las inundaciones en una problemática recurrente para los barrios más afectados.
Casi 500 milímetros de agua caída
Desde el Observatorio Meteorológico del INTA informaron que el registro semanal de precipitaciones en la ciudad de Corrientes alcanzó los 495,4 milímetros, uno de los valores más elevados de toda la provincia.

En El Sombrero se acumularon 327 milímetros, en Mercedes más de 214, mientras que Santo Tomé y Bella Vista registraron 152 y 118 milímetros, respectivamente.
En cuanto al pronóstico, para este martes 30 y miércoles 31 de diciembre se esperan lluvias más dispersas en el territorio provincial. No obstante, el 1° de enero podrían volver a generalizarse las precipitaciones, aunque con una intensidad menor a la registrada durante las jornadas más críticas que dieron origen a la actual emergencia hídrica.
Fuentes: Infobae y Corrienteshoy








