Una semana después de haber sido operado del intestino, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro permanece internado en un hospital de Brasilia y sin una fecha definida para recibir el alta médica. Así lo informaron este domingo los profesionales que lo atienden, quienes aseguraron que presenta una “buena recuperación clínica”.
Según el parte médico difundido, “continúa en ayuno oral, con nutrición parenteral exclusiva”, y “sigue intensificando diariamente la fisioterapia motora y medidas de rehabilitación”. El mismo informe aclara que logró superar un “episodio de alteración de la presión arterial” ocurrido el sábado.
El exmandatario, de 70 años, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con visitas restringidas y “sin previsión de alta”, indicaron los médicos.
Bolsonaro fue hospitalizado el pasado 11 de abril, en medio de una gira política destinada a sumar apoyos a una propuesta de amnistía para los responsables del intento de golpe del 8 de enero de 2023, cuando manifestantes atacaron los edificios de los tres poderes en Brasilia.
Por su presunta participación en ese hecho, el líder ultraderechista enfrenta denuncias ante la Corte Suprema de Justicia, presentadas por la Fiscalía, que lo acusa de haber articulado aquella asonada contra el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La operación intestinal que se le realizó hace una semana se extendió durante doce horas y fue la sexta intervención quirúrgica en la misma zona del cuerpo desde que Bolsonaro fue apuñalado en el abdomen el 6 de septiembre de 2018, durante la campaña presidencial. Desde aquel atentado, debió someterse a múltiples procedimientos quirúrgicos para tratar secuelas en el estómago y el sistema digestivo.
Este domingo, coincidiendo con la celebración de Pascua, Bolsonaro compartió un mensaje en sus redes sociales en el que expresó: “Día sagrado, que toca el corazón de todos los cristianos. Que esta Pascua no sea solo de celebración, sino de recomienzo”, y deseó que “encienda nuestra fe en Dios, la vida, en Brasil y en un futuro en el que el bien venza, aún en medio del dolor y la duda”.
«Me he mantenido estable, con la presión arterial controlada y una respuesta clínica considerada positiva por los médicos», también publicó Bolsonaro en su cuenta de la red social X en un mensaje acompañado de una imagen de su convalecencia en el hospital DF Star de Brasilia, donde fue intervenido durante 11 horas para tratar una obstrucción intestinal.
«Por ahora sigo sin tomar nutrición oral, recibiendo nutrición por vía intravenosa y realizando sesiones diarias y más intensas de fisioterapia para acelerar mi recuperación. la recomendación médica es reposo absoluto, sin visitas, y aún no hay fecha fijada para el alta de la UCI», reveló.
«Esta mañana me retiraron el apósito en la zona de los puntos centrales para limpiar y evaluar la situación, así como un drenaje en el lado izquierdo del abdomen», indicó el exmandatario antes de agradecer el apoyo recibido durante su convalecencia.
Desde el hospital, Bolsonaro repudia el asilo a Nadine Heredia: “Avergüenza a nuestro pueblo”
Desde la unidad de cuidados intensivos, el expresidente criticó públicamente al actual gobierno brasileño por conceder asilo político a Nadine Heredia, exprimera dama del Perú. El exmandatario, internado tras una intervención intestinal, expresó en sus redes sociales su malestar por la medida que calificó como una afrenta a la dignidad nacional.
Según Bolsonaro, la decisión de Lula da Silva de proteger a Heredia -condenada en Perú a 15 años de prisión por lavado de activos- representa un uso indebido del derecho de asilo. Afirmó que se enteró del hecho incluso desde el hospital: “Incluso en la UCI, donde todo llega tarde, me llegó la noticia de que Lula da Silva recibió a una corrupta como perseguida política”, escribió en su cuenta de X.
“Los corruptos condenados por lavado de dinero y apropiación indebida de fondos públicos comenzaron a ser recibidos como ‘perseguidos políticos’, transportados por la Fuerza Aérea Brasileña y acogidos con honores por un gobierno que desvirtúa la institución del asilo para solidarizarse con quienes roban a su propio pueblo”, completa el posteo.
Además, aseguró que este tipo de acciones perjudican la imagen del país en el exterior y cuestionó el uso del sistema judicial: “La justicia está siendo utilizada como instrumento de venganza según los caprichos y deseos de un solo hombre”, sostuvo. Y advirtió sobre las consecuencias: “Esto genera incertidumbre e inestabilidad jurídica, socava la credibilidad del Poder Judicial y conlleva costos cada vez más altos para nuestro país. El mundo se está dando cuenta de esto y está cada vez más asustado por lo que está descubriendo”.
La entrega del asilo se produjo después de que el Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional de Perú encontrara culpables a Heredia y al expresidente Ollanta Humala por el uso de fondos ilícitos para financiar las campañas electorales del Partido Nacionalista en 2006 y 2011. Según el fallo, el dinero habría provenido de Venezuela y de la constructora Odebrecht.
Heredia no asistió a la lectura de la sentencia en Lima, alegando problemas de salud. Su madre declaró que estaba internada en una clínica, pero poco después se confirmó oficialmente que había ingresado a la embajada brasileña en la capital peruana, donde solicitó asilo. El gobierno de Brasil se lo otorgó en cuestión de horas.
La decisión fue respaldada por la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, pero generó controversia en el Congreso brasileño. Legisladores opositores al oficialismo cuestionaron al canciller Mauro Vieira y exigieron explicaciones sobre los fundamentos jurídicos de la medida, su urgencia y las posibles repercusiones diplomáticas con Perú. También plantearon dudas sobre si el caso de Heredia se ajusta a los artículos V y VI de la convención, que exigen la existencia de una amenaza política real contra la solicitante.