El lobby judicial se hizo sentir en la UCR y el PRO. Con citas a Perón, los diplomáticos piden ser escuchados. Los aliados no dan definiciones. Massa quiere dictamen el jueves y aprobarlo antes del 1 de marzo.
«Sin modificaciones», fue la orden que partió de la Casa Rosada a las autoridades del bloque Todos de Diputados, sobre el proyecto que reduce las jubilaciones de jueces y embajadores, que el oficialismo intentaría dictaminar el jueves para aprobar la semana que viene, unos días antes de la apertura de sesiones ordinarias del domingo 1 de marzo.
Cómo había anticipado LPO, los afectados estaban en alerta, leyeron la iniciativa el fin de semana y el lunes empezaron un lobby en el Congreso que surtió efecto. Tal es así que por ahora Juntos por el Cambio, que en diciembre levanto la voz en el recinto contra los haberes previsionales de los jueces, no tiene unanimidad a favor de bajárselos.
«Lo vamos a definir ese día», aclararon sus voceros. Por sus despachos circularon referentes de la asociación de magistrados que denuncian que la ley viola fallos de la Corte sobre intangibilidad de los depósitos y anticipan una batalla en Tribunales.
Curiosamente, es lo que quisieron evitar Alberto y Sergio Massa cuando excluyeron a los regímenes especiales del congelamiento semestral de la movilidad jubilatoria aplicado en la ley de emergencia. El de los jueces y el de los diplomáticos serán los únicos que se debatirán con una ley aparte y el resto se discutirá en una comisión creada en el Ejecutivo.
El lobby judicial también golpeó la puerta de los aliados, claves para aprobar si la ley si Cambiemos vota en contra. El peronismo federal de lavagnistas y schiarertistas no tenía posición y José Luis Ramón proponía ampliar el recorte al resto de los jubilados del Poder Judicial.
El proyecto sólo toma a los magistrados y funcionarios judiciales, a quienes le sostiene el 82 móvil pero sobre el promedio de los últimos 120 salarios y no del que cobre en su retiro, lo que reduciría su haber a un 60 por ciento inicial, similar al del resto de los jubilados de Anses.
Ante la falta de certeza, Massa no abrirá esta semana el recinto, sólo especula con un despacho de comisión para aprobar la ley el jueves 27. Alberto no quiere cambios inesperados y prefiere dar tiempo a la negociación.
Los diplomáticos también piden ser escuchados: mediante una carta al canciller Felipe Solá, con muchas citas a Perón como creador del servicio exterior, la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN) le pidió una audiencia para debatir el contenido del proyecto, que baja la jubilación del 85 al 82% también sobre los últimos 120 sueldos «actualizados».
«El proyecto avanza sobre las condiciones previsionales del personal de servicio exterior mediante su unificación con el general instituido por ley 24.241», que es el del régimen general. Todavía no lograron ser escuchados por legisladores y funcionarios. Los jueces sí.
