La inesperada ventaja que Alberto Fernández le sacó a Mauricio Macri en las primarias desató una debacle financiera que nadie olvida en la City
Cuatro años después, en la city porteña nadie se olvida del lunes 12 de agosto de 2019, el día posterior a las PASO. El resultado electoral fuera de cualquier pronóstico sepultó la reelección de Mauricio Macri y el mercado pasó de un viernes de euforia a un lunes de catástrofe con caída de los activos argentinos y una fuerte devaluación del peso.
En los días posteriores, el lunes negro post-PASO desató además una ola de retiro de los depósitos, un cambio de ministro de Economía y el regreso de los controles cambiarios. Los encuestadores quedaron en la mira para siempre y los indicadores económicos de la gestión macrista empeoraron sin retorno.
El cierre de campaña del viernes 9 no podía haber sido mejor. Una consultora con llegada al Gobierno había deslizado una encuesta con un resultado muy favorable para el macrismo y el mercado respondió en consecuencia. El dólar en el Banco Nación, sin controles de ninguna clase, cerró a $46,20 y en baja. El contrato de dólar futuro para septiembre ni siquiera llegaba a los $49, señal de optimismo sobre la suerte del gobierno y la estabilidad cambiaria. Los bonos de referencia de la época, como el Bonar 24, cerraron 3% en alza y el riesgo país bajó casi 4%, a 861 puntos. En Wall Street, las acciones argentinas volaron: Macro, Galicia y Pampa Energía subieron más del 10%. La Bolsa porteña, por su parte, saltó más del 7 por ciento.