Tablado fue condenado por el brutal asesinato de su novia Carolina Aló en 1996. A pesar del repudio social, reside desde hace varios años en Misiones, donde colabora con una organización evangélica que brinda asistencia a personas en situación de vulnerabilidad.
Fabián Tablado tenía 20 años cuando, el 27 de mayo de 1996, asesinó a su novia Carolina Aló, de 17 años, en la casa familiar de Tigre. La mató con 113 puñaladas utilizando cuatro armas blancas distintas: dos cuchillos de cocina, una cuchilla y un formón. El crimen conmocionó al país entero y se convirtió en uno de los casos más emblemáticos de violencia de género en la Argentina.
En 1998, Tablado fue condenado a 24 años de prisión por “homicidio simple”. A pesar de las características del crimen, no existía en ese momento en la legislación argentina la figura penal de femicidio. Durante su tiempo en la cárcel, acumuló nuevas condenas por amenazas a su exesposa y por violar restricciones perimetrales. Aun así, gracias al cómputo de beneficios y a la derogación de la ley conocida como “2×1”, recuperó la libertad en febrero de 2020 tras haber estado preso casi 24 años.
Su salida generó un inmediato rechazo público, especialmente por parte del padre de Carolina, Edgardo Aló, quien impulsó una orden judicial que le prohíbe acercarse a menos de 300 kilómetros de su domicilio. Desde entonces, Tablado ha intentado establecerse en varias localidades del país, pero en muchas fue expulsado por la presión de los vecinos o autoridades locales, incluida Gobernador Virasoro en Corrientes, donde la presión social impidió su asentamiento.
Finalmente, se instaló en Posadas, donde desde hace algunos años vive y trabaja en la Fundación Filipos, una organización cristiana evangélica, ubicada sobre la Avenida Uruguay, entre calle Pedro Méndez y Avenida Trincheras de San José, liderada por el pastor Carlos Alberto González. La entidad brinda asilo, almuerzos y cenas de forma gratuita a personas en situación de calle o con consumos problemáticos, y se presenta como un espacio de contención y reinserción social.
Aunque su presencia también generó controversia en Misiones —el Concejo Deliberante de Posadas lo declaró “persona no grata”—, Tablado logró permanecer allí con el apoyo del pastor González, quien defiende el derecho a la segunda oportunidad: “Como cristianos, debemos abrir las puertas al que quiera cambiar. La ley dice que cumplió su condena”, expresó en declaraciones públicas.
Tablado vive en una casa cedida por la fundación y colabora con tareas logísticas, sin estar al frente de ningún programa. No obstante, su figura continúa despertando rechazo social y, en varias ocasiones, se reportaron problemas con el monitoreo de su tobillera electrónica, lo que generó nuevas preocupaciones sobre su supervisión.
