Hasta los goles de su rival marcó el Millo, que hizo negocio con el empate, pero se quedó con el sinsabor de poder haberlo ganado. El partido se jugó en el mítico Morumbí por la tercera fecha del grupo D de la Copa Libertadores.
River empató 2 a 2 frente a San Pablo, de visitante por el Grupo D de la Copa Libertadores. Con seis meses de inactividad y una diferencia de 14 partidos oficiales de diferencia entre ambos equipos, los dirigidos por Marcelo Gallardo demostraron estar a la altura en el partido que se disputó en el estadio Morumbí.
Enzo Pérez, en contra abrió el marcador, lo empató enseguida Santos Borre y en el complemento, el pibe Álvarez marcó el 2 a 1, pero Angileri, a los dos minutos, se llevó por delante una pelota que había despejado Franco Armani y puso el 2 a 2.
A los seis minutos, San Pablo tuvo su primera jugada de peligro, después del remate de Hernanes que Franco Armani tuvo que esforzarse por desviarlo. Y eso no fue todo, porque a los dos minutos, Reinaldo le pegó al balón de bolea de forma defectuosa y la pelota se desvió en Enzo Pérez y se metió en el arco riverplatense.
El Millo salió a buscar el partido con más reacción que ideas y el tanto llegó desde los pies de Santos Borré, después de una triangulación entre Julián Álvarez, Matías Suárez y el propio colombiano, que incluyó toque, desborde y centro atrás.
Fueron 45 minutos parejos, en el que no se notó, por lo menos en esta etapa, la diferencia de ruedo futbolístico. La incógnita pasa por si los argentinos resistirán la diferencia física, que, en los papeles, sería más que lógica.
En el complemento, el partido continuó siendo parejo, River con líneas bien adelantadas y tuvo un sobresalto a los 7 minutos, con un remate de Hernanes. A los 15, Marcelo Gallardo, entendió que el equipo necesitaba un cambio de aire y mandó a llamar al colombiano Jorge Carrascal para reemplazar a Suárez.
El Millo siguió bien parado en la cancha, tomando de forma equilibrada las marcas y generando situaciones, aunque fallaba en las últimas estocadas. San Pablo, el más obligado de los dos, no llegaba con claridad hasta los 25 minutos, con una jugada exquisita en la que Vinícius pecó de solidario y cuando quedó mano a mano con Armani, se decidió increíblemente por un centro que Lucas Martínez Quarta despejó.
A los 35 minutos, River marcó el 2 a 1, después de una serie de rebotes en el área, y que Martínez Quarta limpie el baló para la llegada por izquierda de Álvarez, quien remató con calidad y generó el festejo alocado de todo el Millo.
Era todo felicidad para los argentinos, sin embargo Hernanes quedó mano a mano con Armani, el arquero la despejó pero Angileri llegó por detrás y metió la pelota en su propio arco.
Gallardo buscó aire en la experiencia de Leo Ponzio y la juventud de Santiago Sosa y Cristian Ferreira. El Millo hacia negocio, a pesar que la igualdad fue un golpe duro.
El punto no es poca cosa para los dirigidos por Gallardo, después de tanto tiempo sin jugar. Además, desde Brasil regresará con buenas sensaciones respecto a lo futbolístico. Sin duda, como lo anticipó el DT en la previa, River dio pelea.