El presidente estalló viendo los amontonamientos y colas interminables de jubilados en la puerta de los bancos. Ordenó que abran el fin de semana.
Alberto Fernández estalló este viernes al ver en ls pantallas de Olivos como la entrada de los bancos se desbordaba de jubilados desesperados por cobrar sus jubilaciones, haciendoe stallar por el aire todos los esfuerzos de la cuarentena y para pero: en la franja etaria más vulnerable al Coronavirus.
Fuentes al tanto de la situación confirmaron que fue la primera ves que en Olivos se sintió que la crisis se les escapaba de las manos. Fue una desastre anunciado, ya la semana pasada hubo una muestra de lo que se venía y el Gobierno se enredó en reproches cruzados entre el Banco Central, el Banco Nación y la Anses. Tuvieron casi una semana para planificar un mejor operativo de pago, para comunicarlo, y por alguna razón no se hizo.
Con la crisis estallando en los monitores, Alberto recordó que en su momento se le pidió al líder de La Bancaria, Palazzzo que abra los bancos durante la cuarentena -como hizo España- y supuestamente el sindicalista se negó. De hecho, los bancos afirman que querían abrir todos los días como hacen las farmacias y fue el sindicalista quien se negó. En La Bancaria niegan que ellos hayan rechazado la opción de abrir los bancos, pero el presidente del Banco Central, Pesce, respaldó la versión de los bancos.
Las imágenes de este viernes fueron escalofriantes: miles de ancianos haciendo colas que en el Conurbano llegaron a las seis cuadras, sin guardar las distancias mínimas y en muchos casos agolpándose en las entradas del banco. Los especialistas sostienen que el cajero automático con este uso masivo se convierte en un formidable dispositivo de contagio, más peligroso que tener todas las sucursales abiertas para atender por cajas.
Indignado, mientras miraba las imágenes, Alberto pidió que les orden a los bancos abrir este fin de semana