Tres días después del fin de la obligación de llevar tapabocas en espacios abiertos, la vida parecía casi normal.
Está previsto para este domingo el fin del toque de queda que empezó hace ocho meses.
Francia, uno de los países europeos más afectados por el virus, con más de 110.000 muertes, fue uno de los últimos en mantener esta medida junto con Italia y Grecia. Otros países europeos, como Alemania y España, avanzan hacia un levantamiento gradual de la obligación de llevar tapabocas.
Japón
En Japón, a un mes de los Juegos Olímpicos, que se realizarán entre el 23 de julio y el 8 de agosto, se levantó en la jornada el estado de emergencia sanitaria en Tokio y otras ocho prefecturas, pero se mantienen las restricciones que podrían limitar la presencia local en el evento deportivo.
La reducción de restricciones también permitirá celebrar partidos o conciertos con espectadores pero con un aforo del 50% y un máximo de 10.000 personas.
Sin embargo, se suprimieron las seis zonas de aficionados previstas inicialmente para seguir las competiciones olímpicas en Tokio en pantallas gigantes.
Los organizadores de los Juegos abrieron el domingo la Villa Olímpica a los medios y presentaron una «clínica de la fiebre» para analizar y aislar a las personas sospechosas de estar infectadas.
Rusia
En Moscú se registró el sábado un nuevo récord de infecciones por segundo día consecutivo, con 9.120 en 24 horas, mientras que este domingo el número bajó levemente hasta los 8.000, una cifra aún alta frente a los aproximadamente 3.000 diarios de hace dos semanas.
Este brote se debe, según las autoridades, a la variante Delta, aparecida en India y que amenaza con desbordar los hospitales de Moscú.
Para frenar la propagación del coronavirus, el alcalde moscovita, Serguei Sobianin, prorrogó el viernes hasta el 29 de junio el cierre de los locales de comida en los centros comerciales y de los restaurantes y bares a las 23.
El miércoles también había decretado la vacunación obligatoria de los empleados del sector servicios. Un 60% de ellos, es decir, unos dos millones de personas, deben ser vacunados antes del 15 de agosto.
La segunda ciudad de Rusia, San Petersburgo, también afectada por un rebrote de infecciones, anunció el ayer el objetivo de vacunar al 65% de los funcionarios locales.
La antigua capital imperial, que aún debe acoger tres partidos de la Eurocopa de fútbol, también anunció que el acceso a su principal zona de aficionados en la plaza Koniushenaia se limitaría a 3.000 personas, frente a 5.000 hasta ahora.