Tras fracasar en 2010 en la Ciudad, Macri vuelve ahora a la carga para concretar su viejo anhelo de incorporar las polémicas pistolas eléctricas consuderadas elementos de tortura por los organismos de Derechos Humanos. Así funcionan.
El gobierno de Mauricio Macri confirmó el viernes que avanzará en la compra de 300 pistolas Taser para equipar a las fuerzas de seguridad en aeropuertos y trenes.
Esta es al segunda vez que Macri intenta incorporar armas eléctricas. En 2010, cuando estaba al frente del Ejecutivo porteño, abrió la polémica que terminó en una prohibición judicial en ese entonces. Las armas eléctricas fueron objetadas por organismos y referentes de Derechos Humanos que las catalogaron como elementos de tortura y recordaron, que aunque se utilizan muchas partes del mundo, también advirtieron que están prohibidas en muchas otras por haber provocado muertes aun cuando se venden como «no letales».
¿Cómo funcionan las pistolas Taser?
– Disparan dos electrodos con forma de arpón.
– Los dardos, que permanecen conectados a la pistola por medio de un cable conductor, se clavan en el cuerpo del supuesto agresor mientras se produce una potente descarga eléctrica.
– La descarga continúa mientras el oficial aprieta el gatillo, los cual no debería exceder los cinco segundos.
– La descarga eléctrica provoca hasta 19 contracciones musculares por segundo lo que inmoviliza de inmediato a la persona y que nunca pierde el conocimiento. Tras ello, la persona alcanzada se siente cansada, extenuada, y ese efecto dura entre cinco y diez minutos.